Respuestas para Rufino Cortés Cortés:
Una vejez tranquila es la recompensa de una juventud juiciosa.
El viejo no puede hacer lo que hace un
joven; pero lo que hace es mejor.
En la vejez no se hace más que repetirse.
Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida.
La vejez nos arrebata lo que hemos heredado y nos da lo que hemos merecido.
Los viejos desconfían de la
juventud porque han sido jóvenes.
Canas argumento son de edad y no de prudencia.
Pocos hay viejos y dichosos.
Se dan buenos consejos cuando la edad impide dar malos ejemplos.
Envejecer no es nada; lo terrible es seguir sintiéndose
joven.
Todos deseamos llegar a viejos, y todos negamos que hemos llegado.
¡Si la
juventud supiese. ¡Si la vejez pudiese...!
El viejo no puede hacer lo que hace un joven; pero lo que hace es mejor.
Hay cuatro cosas viejas que son buenas: viejos
amigos para conversar, leña vieja para calentarse, viejos vinos para beber y viejos libros para leer.
Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla
enseguida.
¿Quieres ser invisible para los hombres? Sé pobre. ¿Quieres ser invisible para las mujeres? Sé viejo.
Se es viejo cuando se tiene más alegría por el pasado que por el futuro.
En la
juventud aprendemos, en la vejez entendemos.
Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes.
Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida.
Pocos hay viejos y dichosos.
La vejez es un tirano que prohíbe bajo pena de muerte, todos los placeres de la
juventud.
Envejecer no es nada; lo terrible es seguir sintiéndose joven.
Jamás un hombre es demasiado viejo para recomenzar su vida y no hemos de buscar que lo que fue le impida ser lo que es o lo que será.
¡Si la juventud supiese. ¡Si la vejez pudiese...!
Triste es llegar a la edad en que todas las mujeres agradan y no es posible agradar a ninguna.
Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas.
El
joven conoce las reglas, pero el viejo las excepciones.
Nadie abandona el cargo de presidente con el mismo prestigio y respeto que le llevo ahí.
Una vejez tranquila es la recompensa de una
juventud juiciosa.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
En la vejez no se hace más que repetirse.
Es fácil temer, pero penoso; respetar es difícil, pero más dulce.
La vejez nos arrebata lo que hemos heredado y nos da lo que hemos merecido.
El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable.
Todos deseamos llegar a viejos, y todos negamos que hemos llegado.
La responsabilidad acrecienta el respeto que uno siente por si mismo.
Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla
enseguida.
Ser humano significa sentirse inferior.
Los viejos desconfían de la
juventud porque han sido jóvenes.
Un hombre nulo es algo horrible. Pero hay otra cosa peor: un hombre anulado.
Pocos hay viejos y dichosos.
La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo.
Envejecer no es nada; lo terrible es seguir sintiéndose
joven.
La ciencia humana consiste más en destruir errores que en descubrir verdades.
Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas.
Soy hombre: nada de lo que es humano me es indiferente.
Nadie abandona el cargo de presidente con el mismo prestigio y respeto que le llevo ahí.
El hombre es un lobo para el hombre.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de
pan.
El hombre, desde que nace
hasta que muere,
es una máquina de
romper juguetes.
El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable.
El hombre es más razonador
que razonable.
La responsabilidad acrecienta el respeto que uno siente por si mismo.
Lo mismo que un río,
el hombre es cambio
y permanencia.
Ser humano significa sentirse inferior.
En los ojos del joven, arde la llama;
en los del viejo, brilla la luz.
Soy hombre: nada de lo que es humano me es indiferente.
El hombre llega novato a cada edad
de la vida; cada edad tiene
su aprendizaje.
El hombre, desde que nace
hasta que muere,
es una máquina de
romper juguetes.
La madurez es aquella edad en que
uno ya no se deja engañar por sí mismo.
El hombre es más razonador
que razonable.
El consejo que la presteza
en la ejecución hace seguro,
lo hace frecuentemente
temerario la tardanza.
El hombre es un animal
sociable que destesta
a sus semejantes.
Aprovechar un buen consejo
requiere de más sabiduría
que darlo.
Lo mismo que un
río,
el hombre es cambio
y permanencia.
Cásate con un arqueólogo.
Cuanto más vieja te hagas,
más encantadora te encontrará.
El hombre llega novato a cada edad
de la vida; cada edad tiene
su aprendizaje.
La peor enfermedad del
hombre es la curiosidad
inquieta de lo que
no puede conocer.
Vivir es sentir, sin amarguras,
todas las edades, hasta que
llega la muerte.
Sólo un loco celebra que cumple años.
Cada edad nos da un papel diferente.
Cuando dicen que soy demasiado
viejo para hacer una cosa procuro
hacerla enseguida.
Se dan buenos consejos cuando la
edad impide dar malos ejemplos.