Cada día estoy más convencido de que el paso de los años va desgajando jirones de mi memoria y me felicito que alguien acuda a rellenar las lagunas de mis recuerdos. Así, tomo conciencia de que en mis años mozos yo acudía a desgranar la mies en Manzaneda, que las mozas me mullian la cama con ortigas y que iba por los pueblos preñando mozas. Yo, que solo recordaba que en una noche de francachela creí que iba a “montar una potra de nácar, sin bridas y sin estribos” y que fracasé porque la potra tenia ... (ver texto completo)