Antaño, la paja podía ser obtenida tras la operación de
trilla de las parvas (separación del grano de la caña del cereal) en un recinto cerrado denominado era. Para su conservación como alimento para los animales se almacenaba en pacas o fardos en
graneros y/o cobertizos, o incluso silos, en épocas más recientes.