Soy hijo de la sobrina de Las Santas (se las conocía por ese nombre, que en realidad era Santamaria). Pasé muchos veranos -en los años 40- en Naharros, en la posada de Basilia. La última visita a esa fué en 1979 (creo). La sobrina de Basilia nos llevó a la iglesia, en la que todavía estaba el crucifijo regalo de mi tía Soledad. Si el hijo del Alcalde de 194y tantos lee este mensaje, escríbeme; juntos íbamos a abrevar las mulas; teníamos unos ocho años. Un saludo de José Cuñat Candela