Imaginar que estamos tranquilos en el cine, sala casi vacia, ni gentío ni palomitas ni ruidos que nos distraigan de la pantalla. Pero la paz dura poco, porque alguien entra y zás!.. Decide sentarse al lado nuestro, sitio! justo ahí! como si el resto de la sala no estuviera libre, poniendo su cabeza en primer plano de tu línea de visión. Igual que otro dia: dos personas nos repartíamos educadamente el espacio de la sala de espera del médico.. Pero un nuevo paciente decidió que el mejor sitio era justo ... (ver texto completo)