Es mu tarde ya, Pedro, mañana continuaremos, amos si esto no se pone mu agrio, porque si es así, yo me desmarco con un silencio estruendoso: aplico las enseñanzas de mi admirado Arthur Shopenhauer y sansacabó.
No sin antes decirte que uno está aquí -a veces- pa lograr entretené, y tratar de evitar la polémica si va impregnada con cierta dosis de algún pecado capital que lo único que inflige es pura inquietud cuando no sufrimiento, por eso de que, como bien dice UNOMAS, sin la palabra hablada y la gestualización, se puede embarrancar en esa acritud que antes atisbaba. A mí, aquí, no me gusta la polémica: pero si hay que polemizar se polemiza, que ya me anoté que a ti te encanta: yo en nada lo rehúyo, pero trato devitarlo.
Tu has invocado la parábola (yo la llamaría más bien metáfora, hombre, pa restarle la parte sacra que pudiera tener, aunque el término es ajustao), como manera dexplicarte pa llegá al público en general, y al de butaca en el cine, jajajaja (perdona la humorada).
En contra de lo que dices, yo percibo que sí te has dado por aludido, pero que por muy aludido. Y no quisiera, después de reconocer tu sintaxis (y el rico léxico que te arrogas a sí mismo), no quisiera, digo, comenzar a restarte nota: ya que el egocentrismo, como bien dice Paco, nada tiene que ver con esto. El egocentrismo, querido Pedro, se puede endosar -con propiedad- a aquella persona que considera todas las cosas solo en relación con ella misma; o, lo que es lo mismo, trata de persuadir con esa manía de que "los demás compartan mis sensaciones y les den importancia". Ya sabes, aquel soldado que dijo "yo no llevo cambiado el paso, mi capitán, es un problema del resto de la compañía".
Con todo mi cariño, estimado Pedro, no pretendas -ahora hablo de mí, que sí me doy por aludido- que yo comprenda tus parábolas, y tú no entiendas y denostes mis metáforas: porque instalándome en la casposa España del Porompompero, El Carro y El Chocolatero (conmigo y con cualquiera) puedes errar jondamente, porque pudiera colegirse dello que nos está vetado saborear los hermosos sonetos de Quevedo, Góngora o de don Dámaso Alonso, que son mu cabrones dentender, pero si es necesario los escudriñamos. Porque, si a ti, te gusta el "Coceptismo" o el "Culteranismo", o los abismos malditos de Baudelaire o Rimbaud, o F. Rebelais, o F. R. de Chateauobriand (mu romántico este), o de los Panero (que te observo en ellos), en nada desdice ese barroquismo la llaneza de un Delibes, un Gabo, un Rulfo, o –con más diferencia- de un Cortázar o del propio J. L. Borges (tan admirado por ti), o hasta las sencillísimas palabras del Evangelio (cristalinas pa to el mundo, y eso questán reveladas -según los creyentes- por el Espíritu Santo, quesdiós, joé, y las entiende to el mundo).
Tampoco puedes instalarme por ello, a mí y al resto (que lo has dicho y hecho, con lo del “espejo retrovisor”), en ese sanedrín de nostálgicos contándonos –a la luz de una lamparilla- batallitas y chascarrillos del pasado. Mira, yo vengo de trabajar y disfrutar el más vanguardista de los futuros: aparte de beber vino, vengo de contemplar, y de asesorar in situ, en un humilde campo que me compete, a la organización del Festival de Cine en el Teatro Romano de Taormina (Provincia de Messina, en Sicilia), que se desarrolla este mes de junio, y en donde en 2009 se le premió con “cuatro cintas” a tu aconsejada “VINCERE”; y no lo esgrimo como tema trascendente, y que no haya visto esa penícula –con tu crítica o sin ella- no te daría pie a decir que un chacasrrillo jabeño yo lo valore sustancialmente tanto como lo que vengo de ver y hacer, ¿mexplico? Son percepciones subjetivas.
Mañana seguimos, pero quiero mandarte esta madrugada insomne -una virtud que tengo concedida p’alargá mi vida- un abrazo de sosiego, de paz y una humilde sugerencia de un viejo que se siente joven y que te quiere: condesciende con lo intrascendente, no pasa na. Porque esto que has escrito, dirigiéndote a mi querido amigo Tomás, diciéndole:
"Verás, a diferencia de otros miembros activos del Foro, yo casi no tengo anécdotas jabeñas que compartir, La Haba es para mi un personaje único, un territorio totémico que habla más por su historia que por sus gentes; la vacío de personas y la disfruto más.”
Esto, te quería decir, no es que no se entienda es que no se puede compartir, yo al menos no puedo admitirlo, pues me desgañito pa que esto se llene de gente, y no me digas que no entiendo la parábola, ¿Pa qué te quieres llevar "100 películas a una isla desierta" si no tienes donde enchufar el artilugio?, ¡coño!; a ver; la gente, toa ella, es necesaria phablá y pa curarnos sin confesores si psicólogos. Si tu supieras lo que se aprende desa gente que dices que le da corte hablá contigo, ve tú a ella, ¿por qué no al revés?, yo he aprendío hasta del perro que tiene mi vecino Aquilino pa tené las ovejas en su sitio, y no digamos lo que aprendo de su dueño, por ejemplo.
Ay, Pedro, que aquí cabe to el mundo, hombre, pero la razón es un trozo de cada uno, el que escribe como tú, no es que escriba mejor ni peor, es que escribe dotra manera y piensa de otra manera, yastá, no le des más vueltas. Con tu permiso, si no estás reacio a ello, te voy a recordar un día destos- qué le pasó al mundo cuando gobernaron los sabios, los filósofos y gente mu trascedente: ya verás los “países de mierda” que generaron, te lo reeditaré un día que mencuentre inspirao, aunque mi musa es la perseverancia.
Y no te lo tomes estos nada más que de una manera: con cariño,
Y el Atleti, es un equipillo de na, y sin Falcao, na de na: es un conjunto intrascendente y mu vulgar, ¿qué pasa?,
Mu buenas noches,
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