Estos dias he tenido el gusto de visitar Nieva, y sobre todo de visitar a su gente, a la
familia tan buena y que con tanto cariño nos acogen.
He recordado al subir por la
calle cuando pasaba los
veranos con la abuela, a la María del Lazaro, que nos prestaba su burra para traer unas cargas de
agua y le guardaba los filetes a mi abuela que no tenia nevera.
La
casa de la Chacha Fefa y el Chacho Hilario, y las
siestas que se prolongaban hasta las siete de la tarde.
Un beso muy fuerte a todos y espero
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