SÁBADO 30 DE OCTUBRE DE 2010.
San Narciso de Jerusalén es una de las figuras de la Iglesia Católica que nos enseña que la paciencia y el perdón son los mejores instrumentos para combatir la envidia, la maledicencia y las malas intenciones. El sufrió en carne viva las consecuencias de ese mal que corroe el alma, como lo es la envidia y sus consecuencias, que pueden llevar a quien la práctica, a ver afectados su mente, su corazón, su espíritu; y además lo pueden motivar en un momento dado a la comisión
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