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Mensajes enviados por José Manuel Sánchez Díez:

¿Hay mas farmacias?
Esta era la Farmacia de Don Rafa. ¿Quién la tiene ahora? ¿que fue de su auxiliar, Beli?
Es cierto lo que expresa el mensaje anónimo. Era un establecimiento en el que encontrabas acogida y simpatía por parte de los dueños, además de variedad de productos para acompañar el vino a la hora del almuerzo.
Hoy te he puesto un mensaje en la pagina de Pedrosillo de los Aires en la que casualmente encontré el mensaje que me habiás enviado el mes de diciembre
He visto hoy casualmente tu mensaje de 4 deDiciembre del pasado año. Me ha sorprendido y, a la vez, me ha alegrado que me reconozcas. Tienes razón "que tiempos". Han pasado tantos años... En cualquier cassso, me gustaría saber que fue de tí en este tiempo tan dilatado en el que perdimos el contacto. Cuéntame algo de tu vida yo te prometocorresponder contandote algo de la mía
En relación con tu mensaje en la que me pides te acepte como amiga en Facebook, me es grato contar con tu amistad. Todavia no he entrado en Facebook, aunque pienso hacerlo esta misma tarde. En cuanto a mi identificación spy, efectovamente, el que tiene gafas y un papel en la mano. No soy de Valladolid, sino que desciendo de un lugar cercano a la Maya. Saludos
Para fernanda:- el día 15 de enero puse un mensaje en esta pagina con el título de identificación. Al contestar a este mensaje me pedías te diera alguna pista, pues no me ubicabas. Las pistas las tienes en mi página de Facebook José Manuel Sánchez Díez.

Saludos a la Maya
Hace años (bastantes) conocí a una chica de la maya que se llamaba Fernanda Moreno. Viviía en Mdrid y ahora tendría sesenta y algún años. ¿eres tú la que ha puesto el mensaje "soy nacida en la maya me llamo fernanda?
Por este puente de la fábrica de harinas caí el día 29 de agosto de 1.956 cuando bajaba "despendolado" en bicicleta por la carretera de Monterrubio. Me recogió Luis el molinero y me asistió D. Arquímedes, suturándome con 47 puntos de las dos heridas en la pierna izquierda que me produje al caer. ¡Que tiempos!