En el familiar y entrañable pueblo de Villavaquerín, viví las Navidades de mi infancia. Allí esperé con impaciencia la llegada de los Reyes Magos. No había muchas cosas materiales, pero sí el calor humano y espiritual que nos sigue regalando el Dios hecho Niño. Que desde Caracas vaya mi Felicitación Navideña para los vecinos de mi pueblo. Les deseo mucha Paz, Alegría y Amor.
María Teresa Sancho

Me alegro de que lejos de estas tierras y en especial de nuestro Villavaquerín te acuerdes de tantos y de tantas cosas.
Pero lo que más se nota además de tu añoranza por todas tus vivencias, es un especial cariño por tantas y tantas personas que has tenido o hemos tenido cerca y que con el paso de los años siguimos recordando.
No puedo por menos, ya que a él le hubiera gustado, pedirte que añadieras a todos esos nombre uno más y es el de Fortunato, ya que amaba su pueblo como ninguno y que año ... (ver texto completo)

Tienes razón, querida prima... El riesgo de nombrar a algunas personas, es que se te quedan otras tantas sin ser nombradas, lo cual no quiere decir que no son recordadas, ni muchos menos queridas. Está claro que tengo un corazón lleno de nombres y que me faltarían páginas para escribirlos todos: el de mi tío Fortunato, Fiden, Flora, Purita... Y cada cual de las personas que conocí, que ponga el suyo. Al final, lo más importante es que el pueblo siga siendo una gran familia, con todos los valores ... (ver texto completo)

Villavaquerín en el recuerdo

Acabo de disfrutar una comida familiar y me voy a dormir la siesta. Aunque nací en este pueblo, sólo viví en él los primeros años. Lo suficiente como para no olvidarlo. Y ahora que regreso de América del Sur, como lo he hecho tantas otras veces, vengo a visitar a mí familia. Regreso a la casa en la que nací.
Recostada en la cama de una de las cuatro habitaciones que hay en el segundo piso, me voy sintiendo habitada interiormente por rostros queridos, recuerdos, ... (ver texto completo)