ANOCHE SOÑÉ
Erase una vez una nación llamada “El Corralillo”, donde vivía gente de todo tipo y condición: Señores, políticos, ladrones, estafadores, hormigas (trabajadoras y funcionarias) y cigarras.
A este Corralillo llegó una vez un Jefe para gobernarlo con muchas ideas innovadoras y sociales.
Lo que era bueno para muchos para otros se convirtió en un abuso, robaban, estafaban. Y las hormigas seguían trabajando. El país estaba lleno de asesores, empresas fantasmas, duplicidad de cargos públicos, de cigarras que sin dar un palo al agua cobraban del erario público. También era un país lleno de burbujas.
Mientras giraba la rueda de este país un día una burbuja reventó. El daño fue tremendo. Las consecuencias fueron nefastas para las hormigas. Las cigarras seguían viviendo igual nada las alteraba. Ante esto el estado de bienestar cambió: El jefe del Corralillo dijo que nunca se haría nada en contra de los derechos de las hormigas. Mas no sirvió para nada; tuvo que tomar medidas. Pero las medidas que tomó no fueron que los señores pagasen impuestos, que los ladrones devolviesen todo lo robado, perseguir la economía sumergida, cerrar sociedades creadas para los amigos, un largo etc. El peso de las medidas ¡Cómo siempre! lo cargo las hormigas De los trabajadores unos se quedaron sin trabajo otros muchos sin casa, sin ánimos, desolados. A los funcionarios les bajaros los sueldos ¡bienaventurados ellos! al menos tenían un sueldo. Ante cualquier necesidad económica los Jefes siempre recurrían a ellos, porque tenían una nómina controlada y se podían a garrar a ella.
En esto sonó el despertador ¡Gracias a Dios! TODO ERA UN SUEÑO
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