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Esperando a los Reyes I.
El día antes de reyes, el día 5 de enero, por la mañana al no tener que ir a la escuela, los niños nos entreteníamos buscando los cencerros de los bueyes, de las vacas, de las ovejas o las esquilillas de las mulas, por todos los “sobraos” de las casas de los abuelos. Todos queríamos encontrar los más grandes aunque a veces no pudiéramos con ellos.
En mi caso, al no conseguir los cencerros de los antiguos bueyes ... (ver texto completo)
Esperando a los Reyes I.
El día antes de reyes, el día 5 de enero, por la mañana al no tener que ir a la escuela, los niños nos entreteníamos buscando los cencerros de los bueyes, de las vacas, de las ovejas o las esquilillas de las mulas, por todos los “sobraos” de las casas de los abuelos. Todos queríamos encontrar los más grandes aunque a veces no pudiéramos con ellos.
En mi caso, al no conseguir los cencerros de los antiguos bueyes ... (ver texto completo)
-He leído con mucha atención ambos relatos donde ampliamente describes con detalle las vivencias que, acerca de aquella noche mágica de los Reyes Magos, nuestra ilusión inocente e infantil tenía. Pero echo de menos, quizá por omisión o por pertenecer a otra generación o quizás no vivir esa situación, echo de menos como te digo, una referencia a alguien que era el personaje principal y el alma de toda la heterogénea y festiva romería en busca de sus Magas Majestades, que los chavales del pueblo celebrábamos, ... (ver texto completo)