LEYENDAS DE ESTA TIERRA, por Anif Larom
EL SANTO MANUEL
Era uno de esos días grises, tan característicos de invierno. En mi coche, despacio, atravesaba la pequeña aldea de Las Ventas del Carrizal. Me llamó la atención la fila de personas que se dirigían hacia la colina.
Dispuesta a satisfacer mi curiosidad, me desvié de la ruta a Sabariego y seguí la dirección de la flecha “camino del cementerio”. Me fui abriendo entre la gente; aparqué a la puerta del camposanto. Me apeé. Hacía un frío ... (ver texto completo)
EL SANTO MANUEL
Era uno de esos días grises, tan característicos de invierno. En mi coche, despacio, atravesaba la pequeña aldea de Las Ventas del Carrizal. Me llamó la atención la fila de personas que se dirigían hacia la colina.
Dispuesta a satisfacer mi curiosidad, me desvié de la ruta a Sabariego y seguí la dirección de la flecha “camino del cementerio”. Me fui abriendo entre la gente; aparqué a la puerta del camposanto. Me apeé. Hacía un frío ... (ver texto completo)