REFLEXIONES SOBRE LOS BLOGS DE ALDEA
Sinceramente, es muy de lamentar el acoso y la campaña de descrédito a que están sometiendo a los jóvenes de “La gente aldeana”. Muy intrépida era la tarea que iniciaron casi a la vez que yo por el mes de agosto. Un grupo de jóvenes que nacieron mucho después del 20 de noviembre de 1975 y que, sin embargo, hubieron de sobrellevar el baldón de la política y sus idiosincrasias familiares. Y digo yo, recurriendo a una reflexión cristiana: ¿es que los hijos han de ser responsables de las acciones de sus padres? A mí quisieron malmeterme en contra de ellos, pero el que lo hizo no contó con que yo no miro las ilusiones de los jóvenes de mi pueblo con el prisma de la política. En contrapartida, me sentí entusiasmado con su proyecto: plasmar de un modo periódico la realidad de Aldea.
Ellos conocían mi trayectoria: sabían que yo no estaba conforme con las actuaciones del equipo de gobierno y que personalmente, por motivos bíblicos, no me sentía a gusto con el culto a las imágenes. Esto hubiera sido un problema para mis colaboraciones con ellos si se tienen en cuenta los calificativos que les han dedicado en numerosos comentarios; pero ellos me abrieron sus puertas con respeto y afecto, y no pusieron ninguna restricción a mis colaboraciones. Mantenemos una relación cordial en la que prima el respeto y el sentimiento común de querer hacer algo por el pueblo. Algo que algún día puede ser muy valorado, porque la riqueza documental contribuye en mucho al progreso de los pueblos, aunque cueste verlo a lo primero.
En mis relaciones con la gente de mi pueblo, sean del signo político que sean, siempre habrá cortesía por mi parte. Y ofrezco mi apoyo incondicional al proyecto de los jóvenes de “la gente aldeana”. Alguno de sus artículos puede ser que no me guste; pero, en términos, globales no puedo por menos de aplaudirles. Además estimo mucho la honestidad y el valor que han tenido de publicar absolutamente “todos” los comentarios, gran parte de los mismos de contenido marcadamente hostil hacia ellos. Sé que han sufrido por esta razón, pero su condición humana les ha impulsado a no cejar y a seguir adelante, en medio de un campo minado de desprecios.
Adelante, amigos: nada bueno se hizo en este mundo sin antes tener que estrellarse contra un muro de maledicencias.
Hay otro blog con el cual mi alma se siente especialmente identificada y encuentra solaz y satisfacción descomunales. Me refiero al blog “Aldea del Rey natural”. Me asombra que no tenga el seguimiento que merece, considerando los escasos comentarios que reciben sus diferentes entradas, aun cuando su realización sea excelente e intachable. No exagero ni incurro en adulación cuando digo que es uno de los blogs más bellos que he conocido y que se está convirtiendo en un valioso archivo fotográfico para el pueblo. Remarco que me siento especialmente identificado con los impulsos individualistas de Carlos Gustavo, porque la fotografía es un arte en sus manos y todo arte se nutre de individualismo. Carlos Gustavo alienta un sentimiento inmenso hacia Aldea, y consigue hacer cómplice al paisaje para ofrecer testimonios fotográficos de primera calidad. No dudo que el Nacional Geographic tendría mucho que aprender de la maestría que demuestra Carlos Gustavo en la realización de cada fotografía. Es un orgullo para este pueblo contar con tan extraordinario fotógrafo de paisajes.
En este pueblo tenemos muchas carencias, pero ello no nos debe impedir disfrutar de las cosas maravillosas que tenemos… No enturbiemos lo bueno que tenemos; ya hemos perdido demasiado con nuestra soberbia y nuestra inveterada tendencia a la crítica destructiva.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/
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