La casilla antes de llegar al cargadero, era un taller donde hacian y arreglaban las cadenas, con las que se hacian funcionar los vagonillos, cargados de mineral de hierro, cuando bajaban y vacíos cuando subían, funcionaban por tramos perfectamente controlados por unas operarios de la mina. Estaban en unas casillas. También arreglaban los vagonillos en el taller, y por las últimas noticias que tengo, ahora es una especie de museo de las herramientas que se emplearon durante tantos años hasta que ... (ver texto completo)

Se debe insistir en conseguir recuperar el Cargadero de Dícido. Sólo el Ayuntamiento de Castro Urdiales, tiene capacidad económica para hacerlo. Dejar que se desmorone toda la estructura, sería imperdonable, para todos los que pueden hacer algo para su recuperación. Es una joya de la arquitectura arqueológica industrial. Y no hay que tener muchos conocimientos artísticos, para darse cuenta que incluso arquitectónicamente es una belleza.

El proyecto que he visto en la prensa de Cantabria, parece buena idea, pues dinamizaría la zonaa, y por ende, sería una oportunidad de arreglar el cargadero, y conseguir hacer una buena zona turística, sabiendo que algún daño producirá, lo que hay que intentar, es que sean mucho más importante el beneficio, sobre todo para el futuro de los habitantes de Mioño. Que junto a Dícido, forman una naturaleza espectacular, que los habitantes de la zona son los primetos interesados en mantener y conservar. ... (ver texto completo)

Efectivamente, la iglesia de Castro, es una bellisima iglesia gótica, con alguna anexión Neoclásica. Como la anexión que podemos hacer los cántabros a los países vascos, como no dejen de pescar jibiones en Dicido, y bañarse en verano en nuestras hermosas playas.

¡Qué sería el País Vasco sin los maketos!

Perdona Daniel, pero el cargadero, único en España, está en Dícido, que es Mioño (Cantabria), pedanía de Castro Urdiales. En Ontón había minas de hierro, pero no tenían cargadero, por cierto, había unos túneles horadados en la misma piedre, y cuesta abajo, al borde del precipicio, que ahora, que lo pienso, no sé cómo éramos capaces de bajar por las vías donde bajaban los vagonillos con el mineral de hierro, pero que ya no se utilizaba. Sería por la edad infantíl.

Mis hermanas se llaman Carmen y Maria Soledad, y una ya fallecida Maria Josefa. Pero eran pequeñas.

La última foto de Mioño, la he visto en casa de una hermana mía que ha nacido allí. Qué gozada de playa. Estoy hablando del año 2010. Qué suerte teneis los que vivis en Mioño.

La iglesia de Castro, no es una catedral, sino una maravillosa iglesia gótica, posiblemente, la más hermosa del Cantábrico. Y además está situada en un lugar envidiable.

Recuerdo los partidos de fútbol, yo jugaba con el equipo de Mioño, nosotros teníamos un campo espectacular, para aquel tiempo, hace ya mas de 50 años, y no recuerdo quién ganaba a quién. Los recuerdoS infantiles y juveniles son una maravilla, porque nunca de borran de la memoria. Gran pueblo SAMANO.

Cuando veo las fotografías de la playa de Dícido antiguas, me viene a la memoria, mi maravillosa infancia viviendo en la misma playa. Jugando al futbol en la arena, cuando bajaba la marea. Tirándonos en el muro. Los veranos eran algo fabuloso, todo el día en la playa. Algo espectacular, sobre todo cuando era más pequeño, cuando jugábamos a tirarnos desde el puente de los vagonillos, los domingos y festivos, y cuando no funcionaban. Y lo mejor ha sido poder ver que la casilla de los carabineros ahora ... (ver texto completo)