Hola, Niño de Alcudia, como todo en la vida, tiene que existir gente que le parecerà bien lo que escribes y otros no estaràn de acuerdo, pero commo suele pasar en la mayor parte de los foros siempre hay alguien encontra, o bien de como escribe uno, o de consejos y formas de expresiòn.
Aprecio una clara caracterìstica en ti y es que eres bastante màs culto de lo que parece y no tiene que ser porque tengas que ser licenciado en algo como, creen algunos, que salen de la universidad con un tìtulo pero ... (ver texto completo)
Aprecio una clara caracterìstica en ti y es que eres bastante màs culto de lo que parece y no tiene que ser porque tengas que ser licenciado en algo como, creen algunos, que salen de la universidad con un tìtulo pero ... (ver texto completo)
Buenas tardes Minero, y muchas gracias por tus elogios; aunque si te soy sincero, procuro tener refrenado “el ego”, por lo que procuro no crecer en vanidad con las alabanzas, ni me ofenden las críticas más feroces; de estas últimas procuro analizar la posible parte de razón que tengan y aplicarme en mejorar.
Sabes que pasa, que me gusta mucho escribir, y que, además, soy como una vieja encina de esas de tronco retorcido que se aferran con sus raíces a la pobre y escasa tierra de las lomas de Alcudia, y es que amo demencialmente a esta tierra y me asgo irracionalmente a su paisaje, olores, sabores, gentes costumbres, tradiciones; algo que me hace sufrir irremediablemente, porque como decía el sabio que fundó la escuela peripatética: “Todo fluye, todo cambia, nada permanece”; y, sin duda, Alamillo ya no es lo que era, y no sé cuál será su futuro, porque en el mundo en que vivimos es de trasformaciones profundas y vertiginosas, y, en mi opinión, no siempre para bien.
Por eso entiendo que es un momento histórico en el que todos, unidos, debemos buscar lo que nos une, dejarnos de exclusiones y resentimientos y colaborar por el bienestar de los alamilleros de ahora y de los que están por venir; procurando tener la mente lúcida y el corazón sincero, sin renunciar a nada bueno que nos pueda traer esta “nueva civilización de la tecnología”; pero “despiertos” a los muchos peligros y abusos de la tecnocracia que intentan doblegarnos sutilmente, o sin miramientos...
Bueno, que me enrollo… salud ... (ver texto completo)
Sabes que pasa, que me gusta mucho escribir, y que, además, soy como una vieja encina de esas de tronco retorcido que se aferran con sus raíces a la pobre y escasa tierra de las lomas de Alcudia, y es que amo demencialmente a esta tierra y me asgo irracionalmente a su paisaje, olores, sabores, gentes costumbres, tradiciones; algo que me hace sufrir irremediablemente, porque como decía el sabio que fundó la escuela peripatética: “Todo fluye, todo cambia, nada permanece”; y, sin duda, Alamillo ya no es lo que era, y no sé cuál será su futuro, porque en el mundo en que vivimos es de trasformaciones profundas y vertiginosas, y, en mi opinión, no siempre para bien.
Por eso entiendo que es un momento histórico en el que todos, unidos, debemos buscar lo que nos une, dejarnos de exclusiones y resentimientos y colaborar por el bienestar de los alamilleros de ahora y de los que están por venir; procurando tener la mente lúcida y el corazón sincero, sin renunciar a nada bueno que nos pueda traer esta “nueva civilización de la tecnología”; pero “despiertos” a los muchos peligros y abusos de la tecnocracia que intentan doblegarnos sutilmente, o sin miramientos...
Bueno, que me enrollo… salud ... (ver texto completo)