La ciudad dormita, todo está en calma a punto de alcanzar la iluminación, las torres erguidas queriendo tocar el cielo, al otro lado el mar y con él la lejanía, a este otro el valle y las montañas.
Al venir la mañana todo parece aseado, recién oxigenado, dispuesto otra vez al bullicio. Desde este mirador se ve todo dispuesto como algo natural, junto con la orografía y el campo boscoso y silvestre.
Se respira el presente en extensión. Aquí si algo te tiene atrapado es la admiración junto con esa ... (ver texto completo)
Al venir la mañana todo parece aseado, recién oxigenado, dispuesto otra vez al bullicio. Desde este mirador se ve todo dispuesto como algo natural, junto con la orografía y el campo boscoso y silvestre.
Se respira el presente en extensión. Aquí si algo te tiene atrapado es la admiración junto con esa ... (ver texto completo)