Que no, maría romero, que lo que te quería decir es que -aparte de lalegría que me da leerte- tu escrito es tan atinao como intenso, y merecía pararse enél; nada de entenderlo dotra manera, dije tratao que no lección, eh!, jajaja.
Lo de Antonio Gómez Romero pa mí, suscribiendo lo de tu escrito anterior, se inscribe dentro de esa maledicencia que sapodera, a veces, de la gente: cuantas veces pregunté porél, otras tantas tuve quescuchar a la hija de la maledicencia, ques la difamación; es curioso ... (ver texto completo)
Lo de Antonio Gómez Romero pa mí, suscribiendo lo de tu escrito anterior, se inscribe dentro de esa maledicencia que sapodera, a veces, de la gente: cuantas veces pregunté porél, otras tantas tuve quescuchar a la hija de la maledicencia, ques la difamación; es curioso ... (ver texto completo)
Gracias por tu aclaración. Intentaré buscar por oto lado alguna cosa de nuestro paisano. Quizá podamos, poner un granito de arena para que se cumpla aquello de que al final " la vida pone a cada cual en su sitio". Un abrazo, amigo.