Cuando el maestro, don Conrado, le preguntó a mi amigo el Saturio; porqué no habia venido ala escuela, la semana anterior,éste con su lenguaje típico de la vega, le contestó.
Lunes letánis, Martes letania, Miercoles letánia, Jueves la Ascensión, Viernes coció mi madre, Sábado no quise venir yo, y la semana se acabó.

Van los cisqueros por las esquinas, van pregonando carbón de encina, carbón de encina cisco de roble, la confianza no está en los hombres, no está en los hombrés ni en las mujeres, que está en el tronco de los laureles. A mis compañeros que en el invierno del año 1963 y la primavera del 64, lo pasamos en los montes de Torralba, trabajando en la combustión incompleta de la leña. Un recuerdo muy especial a los que ya no están on nosotros.

Salieron cuatro sorianos a correr lejanas tierras; volvieron todos diciendo, no hay nada como la vega, aquí se bebe buen vino, las chicas son todas buapas, lo mejor que hay en la vega es el pueblo Torralba. Con simpatia Eufemia.

En el monte de Torralba, tengo plantada una flor, que cuando la mueve el aire, hasta aqui llega el olor.