De tamaño mayor que un águila, su envergadura alar puede ser de hasta 260 cm. En vuelo sus alas parecen tablas. Las bate con las primarias abiertas y desplegadas, el cuello recogido y la cola corta.
Tiene una coloración canela en el plumaje del dorso, el vientre y la franja anterior de las alas, mientras que el resto de las plumas alares y de la cola son pardas oscuras. La cabeza y el largo cuello están cubiertos de un plumón blanco. Posee un característico collar de largas plumas leonadas. El pico es pardo en el centro; su base y su punta son amarillas. Los pies son de color gris plomo.
El buitre es un planeador nato, que apenas bate sus alas, ganando altura rápidamente con sólo imperceptibles movimientos de la cola. Desde el suelo arranca dándose un impulso.
Una característica particular de muchos buitres es su cabeza pelada, desprovista de plumaje. Esto se debe con seguridad a que una cabeza con plumas se mancharía con sangre y otros fluidos durante la alimentación y sería difícil de mantener limpia. El cuello es más largo y pelado cuanto mayor es el tamaño de las presas. Puesto que, salvo algunas excepciones, no matan ellos mismos a sus víctimas, carecen de garras poderosas; las que tienen son cortas y romas, más adaptadas para andar que para matar. Algunos poseen lenguas especializadas que les permiten alimentarse con rapidez de la carne blanda y quizás extraer el tuétano de los huesos. Todos están adaptados para volar a gran altura. Por norma general los buitres son aves de gran tamaño. Por esta razón utilizan las corrientes térmicas para elevarse y mantener los largos planeos que necesitan para patrullar grandes extensiones en busca de carroña.
Los grandes buitres solitarios cazan y descansan solos o en parejas. Raramente se reúnen en grupos de más de diez. Se sospecha que matan algunos animales pequeños y desde luego, polluelos, e incluso adultos, de flamenco.
Forma colonias en los cortados, los acantilados y las paredes rocosas, independientemente de que éstos se hallen en macizos montañosos o en zonas altitudinalmente bajas. Suele hallarse en las repisas de los cantiles hacia el amanecer, a la espera de que el sol caliente el aire y se formen las corrientes térmicas sobre las que planear. De este modo el buitre vuela a lo largo de todo el día sin apenas gastar energía. Al atardecer regresa a la buitrera para descansar.
Aunque es un ave sedentaria, los individuos más jóvenes pueden recorrer grandes distancias apartándose de sus progenitores.
Está presente en casi toda la Península Ibérica, salvo en Galicia, el oeste de Asturias y algunas áreas del Levante.
El buitre era un ave consagrada a Marte y a Juno, tal vez por razón del mal que hacen estas divinidades a los hombres. Al tiempo de Rómulo su vuelo era consultado en los auspicios y su aparición era de buen agüero. Los poetas han hecho de él un símbolo de la codicia, de la avaricia y de la crueldad.
Los egipcios miraban con mucho respeto este pájaro y lo tenían como un símbolo de Nest. Según ellos, el buitre servía también para indicar la vista, el conocimiento de lo venidero, el año, el cielo, etc. Denotaba también la maternidad porque ellos creían que no había sino buitres hembras y que se reproducían por un modo particular. Indicaba la vista porque pensaban que era entre todos los animales el que la tiene más perspicaz.
Los judíos los consideraban uno de los animales impuros ya que Jehová les prohibió comerlos.
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