CRÓNICAS DE UN PUEBLO
En la capilla también pasamos muy buenos ratos. Unas veces a cobijo del portal de Evangelina donde fumábamos el tabaco que habíamos ido a comprar a Bustillo, en ca' Azucena donde, mientras ella buscaba el tabaco, le probábamos los nevaditos que tenía en el mostrador. Otras, en el rebanzón, donde Miguel y Masero lucían sus habilidades en el trepidante juego de las mecas. Y las más de las veces en el juego pelota, jugando al “Colo” o a “El bote”, que no consistía más que en esconderse ... (ver texto completo)
En la capilla también pasamos muy buenos ratos. Unas veces a cobijo del portal de Evangelina donde fumábamos el tabaco que habíamos ido a comprar a Bustillo, en ca' Azucena donde, mientras ella buscaba el tabaco, le probábamos los nevaditos que tenía en el mostrador. Otras, en el rebanzón, donde Miguel y Masero lucían sus habilidades en el trepidante juego de las mecas. Y las más de las veces en el juego pelota, jugando al “Colo” o a “El bote”, que no consistía más que en esconderse ... (ver texto completo)
Veo que recordaba bien que existian las conejeras. Siempre fue malo empezar los libros por el final!
Heli, estos recopilatorios son estupendos....
Heli, estos recopilatorios son estupendos....