El rosario de la Aurora está a punto de comenzar. Suben por la
calle Escuelas, saludan a Vinagre, Camacho, Juan Luis Sánchez y Loren, que se incorporan a la comitiva y llegan a la
puerta de la
ermita, donde se les une Serafín, Joaquín Morón, César, Mariano y Francisco del
Pozo, que eran otros directivos.
̶ ¡Capaz de estar llena de gente! ̶ dice Vinagre.
̶ A quién madruga, Dios le ayuda ̶ le contesta Jesús García, al que le gustaban los refranes.
Era cierto, las luces de la
iglesia encendidas y
... (ver texto completo)