JOSEFA, una brisa de ternura.
Era un poco como la madre de todos los que teníamos una edad cercana o parecida a la de sus hijos. Y su tarjeta de visita era siempre una sonrisa amplia, franca, limpia y luminosa, nacida desde el cariño más sincero que era el terreno en el que mejor se manejaba Josefa. Por tanto a su despedida se añade el dolor de esa cercanía, la angustia de un nuevo hueco en la familia de Blacos, que empieza a ser un pueblo desnudo de unos hombres y mujeres que forjaron la realidad ... (ver texto completo)
Era un poco como la madre de todos los que teníamos una edad cercana o parecida a la de sus hijos. Y su tarjeta de visita era siempre una sonrisa amplia, franca, limpia y luminosa, nacida desde el cariño más sincero que era el terreno en el que mejor se manejaba Josefa. Por tanto a su despedida se añade el dolor de esa cercanía, la angustia de un nuevo hueco en la familia de Blacos, que empieza a ser un pueblo desnudo de unos hombres y mujeres que forjaron la realidad ... (ver texto completo)
Mi amigo y vecino en la niñez. Compartimos morera y callejón durante toda lo vida. Pupitre poco porque tu te fuistes a Pamplona a colegios de pago. Las reformas urbanística de Blacos levantaron frontetas. Yo me quede sin callejón y tu sin morera. Jeje. Pero siempre que nos vemos hay algo especial entre nosotros. Gracias por las palabras dedicadas a nuestra madre y a nuestros queridos blaquenses que poco a poco nos van dejando. No nos veremos en el Santo, ni veremos alzar la catorze. Hala Madrid. ... (ver texto completo)