Hola Agustin:
NADA ES CASUAL, TODO ES CAUSAL
Hay cosas que acontecen diariamente, y según una mayoría de personas opinan que es casualidad, puro azar. Pero, también hay muchas teorías, que dicen, y basan sus argumentos en hechos que parece que esas cosas no han ocurrido por pura y simple casualidad. Según estas teorías, nada de lo que ocurre es casual, todo sería causal.
Si partimos de la base, de que todo en nuestra vida, es un continuo aprendizaje, posiblemente atendiendo a estas tesis, si que se podría argumentar, que todo ocurre de una forma causal.
Las cosas suelen ocurrir porque desarrollamos ciertas actividades, que nos llevan a que ocurran ciertos hechos. O sea, que está claro, que han ocurrido por unos hechos determinados, no por casualidad. Lo hemos buscado, lo hemos trabajado, y nos ha llegado. No ha habido nada de azar.
Desde muy pequeños, se nos inculcó la idea de que fulanito o menganito, por unas cosas que habían sucedido, y que no sabíamos muy bien por qué habían ocurrido, le echábamos la culpa a la casualidad o al azar, y decíamos, que suerte que han tenido.
Hoy vemos las cosas desde otro prisma, las analizamos desde otra perspectiva, y nos damos cuenta de que esa cosa, no ha surgido de la nada, ni por casualidad, nosotros la hemos provocado por alguna circunstancia o por un hecho concreto.
Particularmente, creo y opino, que nada ocurre por casualidad, todo tiene una argumentación que nos demuestra que lo producido o acontecido, es una consecuencia de haber obrado de una u otra manera.
Un puesto de trabajo, una cita de amor, una enfermedad, un accidente.
Analicemos cada una de estas situaciones, y podemos comprobar que en todas han influido, factores que hemos provocado nosotros. Dichos factores han sido la causa de que hayan ocurrido estas cosas.
En cierta ocasión, me contaba mi Padre una anécdota: Eran dos hermanos de 75 y 90 años. El menor (de 75), llevaba toda su vida pagando unasociedad funeraria cualquiera. Y el hermano, al cumplir los 90, consideró que ya era hora de apuntarse también. Y así lo hizo.
Pero ocurrió algo que era previsible que pudiese pasar. A los tres meses de apuntarse, el hermano mayor, se marchó al otro barrio.
Entonces, el hermano menor, se quejaba amargamente de la buena suerte que había tenido su hermano, tres meses apuntado y va el hombre y se muere, y el toda la vida pagando, y ahí seguía.
Pues no buen señor, su hermano se ha marchado por una causa natural y normal: Tenía ya 90 años, y podía ocurrir en cualquier momento, como también podía haber durado varios años más. Suerte tuvo muy poca.
Achacar, este caso concreto al azar, es no estar en la realidad que vivimos.
Todos los seres humanos, somos esclavos de una sociedad demasiado materialista, con muchos problemas, mucho estrés, y muy poco tiempo para dedicarnos a reflexionar sobre todo lo que acontece en nuestra vida, y en nuestro alrededor. Lo cual nos lleva a pensar, en lo más fácil, el azar o la casualidad.
Nuestra existencia aquí en la Tierra, no solo se reduce a lo material, tenemos una mente y un alma o espíritu que nos diferencia de los demás animales, aunque a veces nos surjan dudas en algunas acciones que ejecutamos, que no parecen propias de personas, pero esto ya es otro capítulo aparte.
Personalmente opino, que todo lo bueno y lo malo que nos ocurre, lo provocamos nosotros con nuestras acciones. Somos la causa de todo lo que nos ocurre y de todos nuestros comportamientos.
Normalmente, por las circunstancias de cada momento, tendemos a creer que estamos aquí para llevar una vida más o menos digna, tener un trabajo que nos guste más o menos, tener una casa, un coche, etc. y ya está. Si esperamos que un golpe de fortuna o sea el azar, nos traiga todo esto, estaremos completamente equivocados. Todo lo que consigamos de cualquiera de estas cosas que nos gustaría tener, las habremos conseguido por causa de haber luchado por ellas.
Es también muy cierto, que ocurren muchas cosas adversas, y muchas desgracias, que al no entender por qué ocurren, siempre se las achacamos al azar, sin entender, que esas cosas que están ocurriendo y que las consideramos tan desagradables, puede suceder que nosotros no las hayamos provocado, pero sin duda alguna, han sido provocadas por unas terceras personas. Solo hace falta que lleguemos al origen de esas cosas, y es más que probable que encontremos la respuesta.
Lo más prudente y responsable, es intentar saber por qué ocurre todo, y de la forma que ocurre. En la mayoría de las cosas, es muy fácil de ver la causa que actuó para que eso ocurriese así. En otras ocasiones, hay que reflexionar y ahondar mucho más en el origen, para saber entender por qué ha ocurrido así.
Pero siempre, si todo lo analizamos, es más que probable que siempre lleguemos a la misma conclusión: Todo es causal, nada es casual.
Paco.
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