JOSEFINA, eso nos pasa a más de uno. Yo pongo la mesa y se me olvida poner hasta los tenedores. Pero todo tiene solución: un nuevo viaje, y ya está.
Un abrazo y os dejo estas letrillas.
EL CINCHO DE PAPÁ
Era un día de viernes,
Lo sé, tenía vacaciones;
Podía salir por la tarde,
Sin recordar las lecciones.
Yo salí con mi hermano pequeño,
Me junté con algunos amigos,
Con la niña de ojos azules;
Que tan bien yo ligo.
Poco a poco siguieron llegando;
Muchos más chavales.
Al final formamos un gran grupo,
Todos los zagales.
Sin que nadie pudiera advertirlo;
La llevé al portal.
Y aunque puso cara de sargenta,
Asedio al final.
No quería las barrabasadas;
Que yo le propuse.
Le fui dando besitos despacio,
Y apagué las luces.
No recuerdo como pasó el tiempo;
Que fue una gozada.
Aunque ella lloraba y gemía;
Muy avergonzada.
Ni siquiera me pude dar cuenta;
Que llegó mi Madre.
Solo sé, de mi oreja dolida;
Lo diría a mi Padre.
Caminito de mi casa; andando.
Dio su conferencia.
Ni recuerdo lo que me decía;
Solo “sinvergüenza”
Agarró el cincho mi Padre;
Esquive el primero.
Y lo mismo le hice al segundo.
“Acertó al tercero”
A mis gritos de auxilio llegó;
Mi hermano pequeño.
¿Qué ha pasado mama? Pregunto;
¡Yo ya tengo sueño!
Siéntate que te pongo a comer;
Y en seguida te acuesto.
Pero antes le voy a contar;
A tu hermano, un cuento.
Yo no entiendo Mama, lo que pasa;
Solo escuche gritos.
Lo que pasa mi niño; tu hermano,
Se ha hecho un hombrecito.
Y ha plantado la era, ya ves;
Donde no debía.
Que la niña de sus gamberradas;
No es vecina mía.
Que su madre vive en un chalet;
De mucho dinero.
Si se entera su padre; ¡Dios mío!
Nos cortan el cuero.
Suplicando le pedí perdón;
Pero no hubo suerte.
Con el cincho apretado en la mano;
Me largó más fuerte.
Sin comer ni un bocado siquiera;
Me marché a la cama.
Boca abajo tuve que dormir;
Con muy mala gana.
Castigado, creo que me llevé;
El verano entero.
Solo a misa me dejaron ir;
Sin llevar dinero.
La pandilla que me preguntaba;
¿Qué es lo que ha pasado?
Le decía, con voz entre cortada;
Estoy constipado.
Ella estaba sentada en un banco;
Con vestido rosa.
Con su padre, su madre y hermana;
Tan guapa y hermosa.
Y girándome muy poquito a poco;
Sacando el pescuezo.
Sin que nadie pudiera notarlo;
Yo le tiré un beso.
A. E. I.
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