EL PULSO VITAL DEL FIN DE SEMANA
El pueblo nos recibió entre nieblas terreras y corredoras, y un viento frío y huracanado que abría brecha en medio del estruendoso silencio.
La casa de mi madre estaba cerrada y sin luz, ¡sensación rara!, un puntito de congoja en el corazón. ¡Que mal acostumbrados nos tienen las madres....!
Las mañanas han sido luminosas, despejadas, con los tejados brillantes por las heladas, mañanas llenas de trinos y son de campanillos.
Hay dos nidos de cigüeña en la ... (ver texto completo)
El pueblo nos recibió entre nieblas terreras y corredoras, y un viento frío y huracanado que abría brecha en medio del estruendoso silencio.
La casa de mi madre estaba cerrada y sin luz, ¡sensación rara!, un puntito de congoja en el corazón. ¡Que mal acostumbrados nos tienen las madres....!
Las mañanas han sido luminosas, despejadas, con los tejados brillantes por las heladas, mañanas llenas de trinos y son de campanillos.
Hay dos nidos de cigüeña en la ... (ver texto completo)
Es cierto todo esto que cuentas, pero ya queda nada y menos para el próximo finde e ir a empaparse del calor del pueblo y hacer todas esas tareas que describes, ir el sábado a comprar a la plaza y enterarse de las buenas nuevas, que realmente son buenas, por cierto, a mí me han hablado de cuatro nacimientos, dar un paseito por la tarde alrededor de la M-30, una cervecita por la noche, el vermú del domingo y la nostalgia del tiempo que acaba de pasar, pero con la certeza de que queda menos para el ... (ver texto completo)