ara recibe una invitación de su prima Raquel para cenar en la
casa de esta última. Antes de salir, le advierte a su esposo:
- Escucha, Samuel, estoy cansada de ir a cenar a la casa de mi prima Raquel, y que tú y Abraham se pasen toda la
noche hablando de negocios.
- ¿No te gusta el tema de los negocios?
- ¡No, no, no! ¡Me tienes harta con tu charla de negocios! —le grita Sara—. ¡Si ta noche llegas a hablar de negocios, me voy de la cena, vengo a casa, armo la valija y desaparezco para siempre!
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