Proseguimos con el artículo anterioor.
Además no están incluidas en las cuentas estas partidas y por tanto se deben:
+ nº 90. Advierte el depositario, que en el año, se consumieron 27 vaquíos, de valor de 370 ducados, los cuales se remitieron a las tropas francesas que estaban en Tafalla, Olite, Pitillas y Caparroso y se están debiendo.
+ nº 91. También se están debiendo 315’5 robos de cebada y 22 robos de trigo, de varios vecinos, cuyos precios están sin arreglar, y todo ello también se consumió con las tropas.
+ nº 92. Se consumieron con las tropas de la Casa Excusada, 106 robos de trigo, 19 robos de avena y 8 de cebada.
+ nº 93. Igualmente se consumieron de la Primicia 474 robos de trigo y 284 de cebada.
+ nº 94. De la misma forma se consumieron del Cuarto Decimal 607 robos de trigo, 239 de cebada y 178 robos de avena.
Nº 95. Tampoco se ha pagado a los vecinos la paja, ropa y otros utensilios que se les exigieron, previniendo que se ignoran si se deben algunas otras partidas.
Estas cuentas son presentadas en Pamplona para ser aprobadas y el juez del Consejo hace unas advertencias de que algunas partidas son incorrectas o no sujetas a la ley.
He aquí algunas de las partidas impugnadas, la causa dada por el Juez para ello y la respuesta proporcionada por el depositario y escribano.
+ Nº 27. Pagados a Joaquín de Nicolay, alcalde, 50 r. f. por la salida que hizo con orden de la Real Corte con motivo de la feria de Tafalla.
El Juez dice que aunque se presenta el recibo que acompaña y esas salidas son anuales, no legitima la partida por no haberse obtenido libranza del Consejo para poder pagarle.
El depositario y escribano responden que la falta de la libranza para comprobar la partida nº 27 dimana de que haciéndose por el alcalde dos salidas anuales, con orden de la Real Corte, a recorrer los caminos por las ferias de Tafalla y Pamplona, siempre se obtenían las competentes libranzas después de hecha ésta, que era por el mes de julio; y como para entonces esta capital se hallaba dominada por el Gobierno intruso, no se quiso practicar dicha diligencia en aquella primera efervescencia de crisis política en que la juventud de dicha villa estaba ya con sus armas en la mano.
+ Nº 36. Pagados 80 r. f. a Joaquín Palacios, cirujano de Estuche (especialista) de la ciudad de Sangüesa, que vino a esta villa con motivo de hallarse gravemente herido Babil Antonio Urzainqui, natural de esta villa.
El juez señala que aunque presenta recibo no legitima la partida porque este gasto es propio del herido, o del agresor en su caso, y nunca debe sufrirlo la villa y a lo menos, cuando lo hubiese adelantado por la primera necesidad, debe facilitarse su reintegro por el mismo herido o el reo si tuviese bienes.
Contestan el escribano y depositario que el honorario de cirujano de estuche don Joaquín Palacios, datado al nº 36, no admite al parecer reintegro del herido Babil Antonio Urzainqui, por haber sido su herida un balazo que recibió en encuentro hostil con las tropas francesas por haber tomado las armas en defensa de los derechos de Vuestra Majestad y de la libertad de la patria y a este sacrificio tan costoso no debe recargársele el sensible del reintegro, y el desembolso de una cantidad tan tenue por parte de la villa fue una demostración necesaria para sostener y fomentar el entusiasmo de unos bisoños guerreros, que guiados del más noble impulso se ofrecieron voluntariamente al sacrificio.
+ Nº 72 al 89. De entrega de raciones se datan 40.473 r. f. gastados en bagajes y suministros de raciones y demás gastos semejantes que las mismas hacen referencia, todo sin contar el importe de propios y dietas de que hace referencia otras partidas anteriores.
El juez señala que lo debe pagar el vecindario.
Le contestan que finalmente las enunciativas que se hacen en el último advertimiento a las cuentas de este año, son nada acomodadas a las agitadas circunstancias en que se vieron envueltos la villa y sus vecinos con motivo de haber sido su juventud la primera que se armó en toda la merindad, proporcionándose por la villa, a costa de cuantiosas sumas, su armamento, vestuario, manutención, prest y municiones, extrayéndose éstas de la ciudad de Tafalla, guarnecida de tropa francesa, a cuyas resultas, pasando una columna enemiga cometió todo género de tropelías; y aunque en las cuentas se tuvo la precaución, por obviar iguales escenas, de disfrazar esos rasgos de patriotismo y fidelidad con la capa de gastos hechos por las tropas francesas, nadie más decidido ni constante en huir su vista que los vecinos de dicha villa, que desde el principio de la guerra, hasta su conclusión, bastaba que asomase una columna enemiga o se tuviese noticia de su arribo, para que todos abandonasen sus casas y se retirasen a los montes y ocasiones repetidas hubo en que disputaron a los enemigos la entrada en el pueblo, haciéndoles fuego cual soldados aguerridos. Esta agitada situación fue un óbice para llevar una exacta razón documentada de lo invertido en objetos de guerra, porque a la hora más intempestiva e inesperada se abandonaban las casas y se dejaba todo a la discreción de las tropas enemigas; y esta leve pintura de la continua agitación de la villa y sus vecinos sirva de contestación a dicha advertimiento y todos los otros de años posteriores respectivos a gastos y suministros de guerra.
Al final las cuentas son aprobadas.
Publicado por Juanjo en 07:10
Etiquetas: Ujué
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