TABERNAS
..."mona lisa" "mona lisa" "mona lisa"
"de asido mia mor"
"mona, mona lisa"
"lisiame con ardor"
- ¡Sancho! ¿a que, a quien cantáis con lisonja?
-Mi señor, con tanto correteo, por estos de caminos polvorientos y secos yo, me entretengo, que de seguro, por destas laderas perdimos los rumbos entre aloeve y chumbos.
-Que sepáis y entendáis mi fiel escudero, que habéis interrumpido las lágrimas que lloro por dentro.
- ¿De que llora mi señor, que yo no sepa de tristezas compartidas? ¿a caso, no vamos de la mano?
-Sancho, lloro por el correo que me envían las estrellas... snif,, snif, snf. He sentido en mi corazón, las lágrimas caídas de la estrella.
- ¡OOoooh! ¡mi de caballero que habla con las estrellas! ¿que le dicen? ¿que le cuentan?
-Sancho... la misma estrella de David que en otros tiempos lloraba a su pueblo hebreo, por la ceguera de algunos hombres, esta misma ceguera colérica se ha apoderado de este mismo pueblo, pasando de víctima a verdugo y su estrella llora con el mismo sentimiento, que lo hacen madres y niños, pero el forajido, alienta esa ceguera, ceguera que traspasa fronteras en forma de neblina, para sembrar dudas en la penumbra. Tenemos que andar con cuidado Sancho, de estos terrenos los forajidos les son muy conocidos.
Tras un rebote que a bien se desfoga Don Quijote, aun caminando por tierras de Almeria, dando bandazos de un lado para otro, la estrella que dijo ver, los guiaba hasta una villa de Tabarna, famosa por tener un pueblo, al igual que las películas de western americanas y este par de cuatreros hacen su entrada, un poco rara.
- ¡Sancho! ¡prestad buena atención! ¡cubre bien tu flanco derecho, que yo, cubriré el izquierdo!
- ¿De que pinta tienen estos forajidos mi señor, que no nos pillen desprevenidos?
-La misma pinta que el Caín que mató a su hermano, por las envidias, estupideces, religiones malavenidas, por decir la mía es mejor que la tuya, pero sobre todo, en el fondo de sus ojos alberga el mas grande de los miedos, perder todo aquello acumulado que, por la ley natural no lo han sudado.
- ¡AH! ¡ya lo cojo mi señor, unos ladronzuelos de cuidado!
Se iban acercando por la calle principal, que justo en frente, se encontraba la cantina del pueblo que algunos turistas tomaban su café mañanero o martini de las doce. Las demás personas que paseaban, al ver a estos tambien cuatreros, pensaban que formaban parte de algún número por lo mas parecido del caballo y burro, que se apearon justo enfrente la cantina, amarraron a sus rocines al palo horizontal y Don Quijote muy decidido acompañado de su escudero, con su lanza en mano da un portazo a la portezuela de vaivén y añade.
- ¡COBARDES! ¡SANGUINARIOS FORAGIDOS! ¡QUE A TODO UN PUEBLO TENEIS SOMETIDO! ¡DAD LA CARA SI ALGO DE HOMBRES OS QUEDA Y TORCIDOS! ¡QUE YO ENDEREZARÉ CON MI LANZA Y GESTO FRUNCIDO!
- ¡De ladronzuelos! ¡piratas! ¡cobardones!
Fue tal la sorpresa, que cantineros y demás turistas rompieron en aplausos y, varios ¡bravos! que en la otra calle todo un público que miraba uno de los números de cuatreros que, se enfrentaban a un duelo, para recreo de un público, apartaron la mirada y esta fue dirigida hacia la cantina. Estos actores que hacían el papel de un duelo, se vieron por un instante ignorados y tambien quedaron expectantes hacia dicha cantina. El encargado de la cantina dice...
- ¡De puta madre! ha sio cojo nudo, veráis toda una sorpresa que aquí nadie nos había avisado, pero el número chapó por, el que lo haya ideao, disfrazados de Don Quijote y Sancho panza.
- ¡Perdonen vuestras mercedes! ¡Don Quijote no se disfraza, no hay traje mas que el que veas que cubra este corazón!
- ¡De igual que el de mi amo yo lo visto con este sayo!
De nuevo el público de la cantina, mas el de la calle del duelo que se habian acercado a la entrada de la puerta, rompieron en aplausos, tanto que Sancho con disimulo hacia reverencias de gran actor de teatro y, Don Quijote que no se dejaba impresionar por que en su mente tenía idea fija, añade y dice...
- ¿DONDE SE ESCONDEN LOS CAOBOYS QUE HACEN LLORAR A LAS ESTRELLAS?
¿QUE REINO DE LA COBARDIA LOS ACOGE QUE COMO RATAS SE ESCONDEN?
-El público turista, esperaba espectante la respuesta que se hacia de tardar y, los del duelo que se habian quedado mas solos que la una, viendo que perderían su trabajo por la competencia se prestaron ha improvisar, con los puños de las manos y a ellos se acercaron diciendo...
- ¡Nosotros somos los forajidos coño! ¡ni pistolas ni lanzas! con los puños arreglemos este entuerto que los puñetazos no son tampoco de guión.
Como era de esperar los cuatro enfrentados y rodeados por los turistas, bien la prepararon, los golpes que recibieron Quijote y Sancho, eran tan reales, como los quejios que salían de sus alientos, todo tan real, que el público una vez mas rompió en aplausos y bravos, que para rematar el número, fueron alquitranados y emplumados, montados en sus pacientes animales, golpeados en el trasero equino alejándose de allí, seguramente, uno de los mejores números que pasó por allí, mas tarde y lejos.
-Mi señor, de tan valientes que nos hemos de presentao, salimos escaldados, alquitranados y empluma os como las cobardes gallinas. Ahora, si que tengo unos buenos motivos para los lloros.
-Sancho, tu que de noble te presumo, con alegría recibe las lágrimas que salen de tu corazón, que yo reciba de las que lloran las estrellas, ellas albergan el reflejo de todas nuestras tristezas.
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En mi blog, está amenizado por la sugerente música.
blueterry
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