Paz, tranquilidad, sosiego, es lo que se encuentra en este maravilloso pueblo, en otros tiempos diabluras, correteos, diversión, chiquilladas, sueños y emociones. El tiempo ha cambiado casas y calles, pero no su espíritu, ese que a los que estamos lejos, de vez en cuando nos llama y nos hace recordar los juegos, los escondites, el Sereno dando su mensaje, los cencerros pasando por la puerta de tu casa, el día de la Matanza, y tantos otros buenos recuerdos. Espero ver pronto tus paisajes y a tus gentes.