Podría decir con propiedad que recuerdo como si fuera ayer la Peñaranda de Bracamonte de los años cincuenta, porque viví en ella siendo niño, y así, mencionar como entidades que llegué a compartir siendo un chaval, desde el Centro Escolar Público San José, el Teatro-Cine Calderón, el kiosco de la Mariana, el Café Moderno, las pastelerías de Burgueño y de Gil, ambas ubicadas en la plaza, que después han hecho furor al trasladarse a Salamanca convirtiéndose en los dos mejores establecimientos de su ... (ver texto completo)