Estoy de acuerdo con Salva. Yo hace años que no voy a Antigüedad pero lo recuerdo con mucho cariño. Nunca olvidaré a su gente, en especial a Vitoriano, que aunque ya no esté aquí le llevo en el corazón. Me pregunto, si alguien podrá olvidar aquellos domingos en los que la gente del pueblo se reunía en el bar de Vitoriano antes de comer, para probar esos mejillones que preparaba Estilita con tanto amor. A toda esa gente maravillosa un beso muy fuerte. Nat.