La educación es una pieza clave para la igualdad de las personas y para el desarrollo de los países. Reducir el gasto educativo implica pues, aumentar la desigualdad las personas e invertir decididamente en el retraso general del país.
El país con menos gasto educativo tendrá en un futuro no muy lejano menos científicos que lo hagan avanzar, menos médicos que puedan curar a sus gentes, menos abogados que lo defiendan, menos economistas que orienten las políticas que tenga que aplicar, menos filósofos que ayuden a la gente a pensar y a infundirles espíritu crítico y menos historiadores que estudien y enseñen el pasado para repetir sus aciertos y evitar sus errores.
Si me apretáis un poco (y reconozco que con gran riesgo de equivocarme) diría incluso que la educación es más necesaria que la sanidad. Aunque tampoco hay que plantear esa disyuntiva, que sería como esa pregunta tonta que se hace a los niños para que contesten si quiere más a papá que a mamá.
Para la igualdad de las personas, la educación es un elemento vital. Mi padre me decía: “ ¡Nene, estudia!, ¡aprieta los cordeles! ¡que el día de mañana seas algo y nadie te engañe!”. ¿Qué padre no desea eso para sus hijos?. Entre la sudor de mis padres, sus privaciones de todo, la beca del Estado, mis buenos maestros y algún esfuerzo por mi parte, se pudo llegar a algún sitio. No sé lo que Melchor o mi muy querida Pizqui le dirán a Paco, pero bien seguro que recorren el mismo camino. Por eso se me hincha el alma cuando le leo y veo su discurrir en la vida. De todos modos no hay que personalizar más. Sólo quiero denunciar la disminución de los gastos en educación y particularmente en becas, sea el que sea el gobierno que los decrete. Porque además del daño y el empobrecimiento social general que produce esta reducción en educación, la mengua del presupuesto en becas se ceba en los de siempre: en los que no tienen más que el sudor de su frente para salir adelante. Y no hagamos argumentos fáciles para tirar las becas por tierra. Paco no disparata en absoluto cuando habla de sus horas de trabajo y sus esfuerzos para conseguir una beca. Describe la realidad tal como es. Sin variarse ni un milímetro.
... (ver texto completo)