OH Señora y Madre mia!
con filial cariño vengo
a ofrecerte en este día
cuanto soy y cuanto tengo,
mis ojos para mirarte,
mi voz para bendecirte
mi vida, para servirte
mi corazón para amarte,
acepta Madre este don
que te ofrenda mi cariño
y guárdame como a un niño
cerca de tu corazón
que nunca sea traidor
al amor que hoy me enajena
y que desprecie sin pena
los halagos de otro amor,
aunque el dolor me taladre
y haga de mi un crucifijo
que yo sepa ser tu hijo
que sienta que eres mi Madre,
en la dicha, en la aflicción,
en mi vida en la agonía
mírame con compasión
no me dejes Madre mia.
(desconozco su autor)
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