Jueces, políticos, independencia,
corrupción, trabajadores a sueldo,
trabajadores por cuenta propia,
los bancos con sus banqueros,
y con sus jugadores de riesgo.
Operaciones Malayas
y tráfico de influencias,
gente con mucha paciencia
y exquisito olfato donde los haya.
La buena y la mala fe
no la sabe entender nadie
y toda la cuestión es
hallar juez que lo analice
y si es que puede ser,
que a la mala penalice.
Los hay como las tortugas
y celéricos como el rayo.
Se ve en el caso Gürtel
y la música del Palau,
revoltillos de codicias
donde han medrado orugas.
Todos dicen que respetan;
y si miras con paciencia
que es la madre de la ciencia,
enseguida ves que espetan
echándole fantasía,
que fiscales y policías
le tienen mucha manía
y quieren chupar de su teta.
Teta, de las que chupan estos jetas
y que sólo ellos dejan seca
y de la que no se despegan
ni apuntándoles con metralletas.
Otros, unos días a la sombra
y al salir, a su poltrona,
en El Ejido o Estepona,
pero eso a nadie asombra.
Salud ... (ver texto completo)
corrupción, trabajadores a sueldo,
trabajadores por cuenta propia,
los bancos con sus banqueros,
y con sus jugadores de riesgo.
Operaciones Malayas
y tráfico de influencias,
gente con mucha paciencia
y exquisito olfato donde los haya.
La buena y la mala fe
no la sabe entender nadie
y toda la cuestión es
hallar juez que lo analice
y si es que puede ser,
que a la mala penalice.
Los hay como las tortugas
y celéricos como el rayo.
Se ve en el caso Gürtel
y la música del Palau,
revoltillos de codicias
donde han medrado orugas.
Todos dicen que respetan;
y si miras con paciencia
que es la madre de la ciencia,
enseguida ves que espetan
echándole fantasía,
que fiscales y policías
le tienen mucha manía
y quieren chupar de su teta.
Teta, de las que chupan estos jetas
y que sólo ellos dejan seca
y de la que no se despegan
ni apuntándoles con metralletas.
Otros, unos días a la sombra
y al salir, a su poltrona,
en El Ejido o Estepona,
pero eso a nadie asombra.
Salud ... (ver texto completo)