Ya oigo las grullas por los
cielos de Orellana,
Suben y suben dando vueltas en volandas,
Desgarran las corrientes de aire con ese espanto de canto que por sus bocas se escapa,
majestuosas i bellas surcan en uve los cielos patean los encinales,
Los arroyos y arrozales, alardean de ser muy altas,
Saltos pegan las muy tunas para ejercitar sus alas.
Esta
noche dormirán haya por los cogolludos,
O bien por vega quema siendo estas grandes
fincas las que,
A orillas esta de este gran humedal.