Para sentir el embrujo que nos ofrece
Casaio, hay que subir y subir, y llegar cerca del
cielo, donde está toda le gente que yo tanto quiero.
Al entrar en Casaio, lo primero que encontramos es el
Cementerio, con esa
portada adornada por las
piedras milenarias, que pertenecieron a la
Iglesia de
Santa Cruz de Casayo. Guarda en su seno este Cementerio, todas las raices de mi
árbol genealógico cuyas ramas llegan hasta el cielo.
Al llegar a la
Plaza de la Velacruz, aparece el precioso
campanario, que
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