Gracias, Charo, gracias, Eduardo.
Estuve en Salinas jugando a los bolos y mañana volveré.
Hacía un calor terrorífico pero se aguantaba bien porque era seco. El campo y las montañas están verdes, aunque ha empezado la siega y la brisa sabe a heno. Los pantanos están llenos y el pueblo aparentemente vacío. ¿Hace mucho, Charo, que no vas por Salinas?. No sé si le conocerías. Es precioso, hay casas y casas y casas, cada vez más casas y un entorno de ensueño. Sin embargo hay algo extraño. No hay ... (ver texto completo)
Estuve en Salinas jugando a los bolos y mañana volveré.
Hacía un calor terrorífico pero se aguantaba bien porque era seco. El campo y las montañas están verdes, aunque ha empezado la siega y la brisa sabe a heno. Los pantanos están llenos y el pueblo aparentemente vacío. ¿Hace mucho, Charo, que no vas por Salinas?. No sé si le conocerías. Es precioso, hay casas y casas y casas, cada vez más casas y un entorno de ensueño. Sin embargo hay algo extraño. No hay ... (ver texto completo)