A ver si eso es mu sano y mientras estás parao pues estás entretenio; bien merece esos 14.000 eurillos un rato contigo mismo en confianza.
Hay que reconocer que el PSOE tiene auténticas cabezas pensantes y miran por el bien del ciudadano, y como muestra pues hay tenemos, vamos a cambiar nuestro modelo productivo por un modelo de entretenimiento, eso si con un buen título y especializado en el tema, no vayamos a lesionarnos en el intento.
Ea pues os dejo un artículillo del asunto "El onanismo no es tal" - por Quatermain
Vamos a deshacer hoy un mito, o mejor dicho a dejar claro lo erróneo de una denominación comúnmente aceptada. Como la mayoría ya sabrán (y si no lo saben, se lo digo yo ahora), el onanismo, es la forma “fina” de llamar a la masturbación o, dicho de una forma más popular todavía, hacerse una gayola, una manola o unas pajillas, como decía aquél.
No, yo no practico el culturismo, sino el onanismo
El término onanismo procede de la Biblia, de uno de sus personajes llamado Onán y que tenía la fea costumbre de “eyacular en tierra” en vez de en el interior de una mujer, con el consiguiente desplifarro de espermatozoides y supuesta matanza de millones de posibles futuros bebés (¡hay que joderse!). Así pues, en principio, parece acertado haber acuñado el término de onanismo para referirse a nuestro placeres solitarios, convirtiendo así a Onán en el primer pajillero de la Historia. Pero no. En realidad ha sido un error.
Si leemos el relato bíblico (antes que nada, habría que explicar que en aquella epoca era lo más normal del mundo que si uno moría dejando viuda, entonces su hermano tenía que calzarse a casarse con su cuñada), nos daremos cuenta de algo muy interesante:
Tomo Judá para Er, su primogénito, una mujer llamada Tamar. Er, primogénito de Judá, fue malo a los ojos de Yahvé, y Yahvé le mató. Entonces dijo Judá a su segundo hijo, Onán: “Entra a la mujer de tu hermano, y tómala, como cuñado que eres, para suscitar prole a tu hermano”. Pero Onán, sabiendo que la prole no sería suya, cuando entraba a la mujer de su hermano se derramaba en tierra para no dar prole a su hermano. Era malo a los ojos de Yahvé lo que hacía Onán, y le mató también a él.
O sea, que lo hacía el tal Onan era en realidad lo que se llama un coitus interruptus o, más comúnmente, la marcha atrás.
Así que, señores de la Iglesia, lo que es malo a los ojos de Yahvé es hacer la marcha atrás (y claro que es malo, hacer eso es más peligroso que un mono con un cuchillo), pero no pelársela de vez en cuando que es algo que 9 de cada 10 médicos (el otro es del Opus) recomiendan como algo saludable.
Veis si es que miran por nuestro bien, malpensados
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