Nuez de Oro
La linda Maria, hija del guardabosques, encontró un día una nuez de oro en medio del sendero.
-Veo que has encontrado mi nuez.
Devuelvemela -dijo una voz a su espalda.
María se volvió en redondo y fue a en- contrarse frente a un ser diminuto, flaco, vestido con jubón carmesí y un puntia-gudo gorro. Podría haber sido un niño por el tamaño, pero por la astucia de su rostro comprendió la niña que se trataba de un duendecillo.
-Vamos, devuelve la nuez a su dueño, el Duende de la Floresta ... (ver texto completo)
La linda Maria, hija del guardabosques, encontró un día una nuez de oro en medio del sendero.
-Veo que has encontrado mi nuez.
Devuelvemela -dijo una voz a su espalda.
María se volvió en redondo y fue a en- contrarse frente a un ser diminuto, flaco, vestido con jubón carmesí y un puntia-gudo gorro. Podría haber sido un niño por el tamaño, pero por la astucia de su rostro comprendió la niña que se trataba de un duendecillo.
-Vamos, devuelve la nuez a su dueño, el Duende de la Floresta ... (ver texto completo)