Un hombre trabaja en una
fabrica donde envasan pepinillos, y un dia llega a
casa hecho polvo y le dice a su esposa:
- Veras, tengo algo importante que decirte. Hoy he tenido un impulso irrefrenable en la fabrica, una cosa muy rara, de repente tuve unas ganas enormes de meter la polla dentro de la picadora de pepinillos, y no pude contenerme.
- Oh
cielos! Y que ha pasado?
- Me han despedido.
- No, quiero decir, que ha pasado con la picadora de pepinillos?
- Ah, a ella tambien la han despedido.