A la muerte ni temerla ni buscarla, hay que esperarla.

A la moza y a la mula, por la boca le entra la hermosura.

A la mesa y a la cama, sólo se llama una vez.

A la mejor puta se le escapa un pedo.

A la mar madera, y huesos a la tierra.

A la luz de la vela, no hay mujer fea.

A la justicia y a la inquisición, chitón.

A la hora de la quema se verá el humo.

A la fuerza, no hay razón que la venza.

A la fuerza, ni los zapatos entran.

A la fortuna, por los cuernos.

A la arrogancia en el pedir, la virtud del no dar.

A la aguja, buen hilo, y a la mujer, buen marido.

A jugar y perder, pagar y callar.

A ira de Dios, no hay casa fuerte.

A gusto de los cocineros comen los frailes.

A gusto dañado, lo dulce le resulta amargo.

A grandes penas, pañuelos gigantes.

A grandes males, grandes enfermos.

A grandes males, grandes remedios.

A gran salto, gran quebranto.

A gran culpa, suave comprensión.

A gana de comer, no hay mal pan.

A fuerza de villano, hierro en mano.

A fiar lo asesinó el mal pagar.

A falta de polla, pan y cebolla.

A falta de manos, buenos son pies.

A falta de faisán, buenos son rábanos con pan.

A falta de caballos troten los asnos.

A espaldas vueltas, memorias muertas

A enemigo que huye, puente de plata.

A ellas padre, vos a las berzas y yo a la carne

A donde acaba el novio, empieza el marido.

A dineros pagados, brazos cruzados

A Dios se le dejan las quejas, y al diablo las disparejas.

A dios se dejan las cosas, cuando no tienen remedio.

A Dios rogando y con el mazo dando.

A Dios, lo que es digno de Dios.... y a la cama, la sobrecama.

A Dios de rodillas; al rey de pie, y al demonio en el canapé

A chica cama, échate en medio.

A cuentas viejas, barajas nuevas.

A "creíque" y "penseque" los ahorcaron en Madrid.

A cuenta de los gitanos hurtan muchos castellanos.

A cuarto vale la vaca, y si no hay cuarto, no hay vaca.

A cualquier dolencia, es remedio la paciencia.

A cordero extraño no agasajes en tu rebaño.

A consejo ruín, campana de madera.

A confite de monja pan de azúcar.

A chillidos de cerdo, oídos de carnicero.

A cena de vino, desayuno de agua. A chica cama si queréis remedio, echaos en medio