Mi esposo y yo vimos a un hombre mayor abrirle la
puerta del
coche a su esposa y ayudarla a subir. Al pasar caminando junto a él, mi marido lo felicitó por su caballerosidad. Muy sonriente, el hombre comentó:
-Hago esto desde hace mucho tiempo.
En eso, su esposa se asomó por la ventanilla y dijo:
-George, ¿no deberías decirles que la portezuela de tu lado no abre por fuera?