Con las imprecisiones propias de los sueños no se bien cómo he llegado a San Quirce; pero antes he dejado atrás las Praderas, los Llanos y más campos, hasta verme de pronto en un lugar cercano, muy próximo, desde el que podía contemplar la hermosa y emocionante panorámica que se presentaba a mi vista. Sobre una suave y fresca hierba, como si necesitara el descanso de un largo viaje, contemplaba esa pequeña población del lugar de mi infancia, San Quirce, en las primeras horas de un hermoso día primaveral, ... (ver texto completo)

Emotivas palabras, Luis Miguel, las que empleas para expresar el sentimiento y el recuerdo por tu padre. De él, y mejor que nadie, tu lo sabes todo y ningún comentario que los demás, los que le conocimos, podamos hacer se acercará en valor a los propios que tu tendrás bien guardados en tu memoria. Si sigue siendo un ejemplo para ti, imítale y así conseguirás la mejor manera de honrarle cada día. Ni se puede ni se debe olvidar el pasado porque, además de injusto, sería imposible hacerlo, pero cuando se mira hacia atrás, hacia ese pasado, siempre nos invade cierta nostalgia y, en definitiva, en el mejor de los casos, por muy bueno que haya sido siempre nos hace sufrir un poco. Sobre ese pasado, sobre nuestra propia historia, y teniéndole muy presente yo creo que es mejor centrarse en el presente mirando al futuro con el mayor de los optimismos. Y querer, querer mucho, porque a veces como dice una canción “tenemos la mala costumbre de querer a medias, de no mostrar los sentimientos a los que están cerca, tenemos la mala costumbre de echar en falta lo que amamos y solo cuando lo perdemos es cuando añoramos…” Bien, amigo, mucho más que amigo. Sabes que suscribo todo lo que dices con relación a tu padre, a quien yo también vengo echando muy en falta desde que se fue, hace ya casi dieciocho años. Su ausencia me sigue pareciendo injusta, pero la vida es así. ... (ver texto completo)

Escampa sobre San Quirce, sobre sus campos. Poco a poco ha ido cesando la lluvia. Uno de esos chaparrones primaverales; los aguaceros de abril, "unos ir y otros venir". Y de entre la espesa bóveda celeste, cargada de nubes, se escapan los brillos del sol allá al fondo, sobre las tierras del páramo. Sabia Naturaleza que has elegido un momento para ceñir la majestuosa y multicolor corona de tu arcoiris sobre San Quirce. Ahí está él en centro, con su iglesia, recibiendo agradecido y con humildad tu ... (ver texto completo)

Mis sentimientos al verte aquí, al mirar detenidamente esa imagen de tu juventud sacrificada, no los puedo expresar. Son demasiado intensos para definirlos hoy y ahora en frases, con palabras que no soy capaz de encontrar. Hasta resumirlo me sería díficil en estos momentos de emoción. Y más allá de los recuerdos de vivivencias, de anécdotas, de los afectos y el cariño fraternal que nos unió, por encima de ellos, vienen a mi mente esos otros recuerdos, los que conforman la historia de aquella familia ... (ver texto completo)

Don José, el maestro de San Quirce, convertido en toda una istitución en el pueblo después de tantos años ejerciendo la enseñanza. Yo le conocí en sus últimos años de actividad, antes de jubilarse, tras su marcha conocí a dos más, don Donato y don Jaime. Luego, al cabo de los años, tuve la oportunidad y la satisfacción de conversar con él alguna vez en Santander, donde ambos vivíamos, cuando era muy viejecito y, ya viudo, estaba en casa de un hijo. Pero era su mujer, doña Aquilina, señora de mucho ... (ver texto completo)

Fuente situada en el centro de la plaza del pueblo. Una auténtica reliquia del pasado, en la que todavía se ven los viejos caños por los que fluía el agua constantemente y actualmente secos. En ellos se puede observar el desgaste causado por las "herradas", así se llamaban a aquellos cubos metálicos que se colgaban en estos caños hasta su llenado. Ahora están sustituidos por un simple grifo, como se aprecia en la fotografía, el agua no se debe desaprovechar. Tampoco existe ya el "pilón", especie ... (ver texto completo)

... y sus gentes se marcharon, emigraron a otros lugares porque ese era su destino; otros se fueron para siempre. Y sus pequeñas propiedades, abandonadas, quedaron a merced de los efectos devastadores del olvido, del paso de los tiempos, derrumbadas. Sus casas se hundieron, como se aprecia en la imagen, dejando al descubierto la austeridad de vida y la fortaleza de aquellas gentes que tanto esfuerzo y trabajo emplearían para la construcción de aquellas casas de adobe, entre cuyas paredes se quedaron ... (ver texto completo)

Un cordial saludo para todos. Para quienes en la etapa anterior al nuevo formato de página, insertaron las 85 fotografías que hoy tenemos de nuestro querido pueblo, San Quirce, e hicieron comentarios tan interesantes, simpáticos, agradables y divertidos; para quienes entraron en la página hasta alcanzar la cifra de casi 2.000 visitas, y en especial y con todo reconocimiento para Montse (la alemana) quien poniendo las primeras fotografías (tres o cuatro), con sus correspondientes comentarios inició ... (ver texto completo)