Para saber lo que son estos chorizos, hay que ir al
pueblo; sacarlos con un pincho de la orza de las tajás, ponerlos a freir sobre una sarten de tres patas en un rescoldo de paja o de sarmientos. Ir al
corral, coger dos huevos y echarlos tambien en la sarten, y con una rabanada de
pan candeal y un trago de vino, se puede andar el
camino