caminando entre encinas bajo el calor estibal
siguiendo los pasos de nuestros antepasados con la paz ancestral
en el horizonte se divisa un
paisaje de dehesa que sosiega el alma del caminante
sobre la marcha viejas historias de
familia vividas en esas tierras
cada
piedra, cada encina son testigos de nuestra existencia
el pilar que soporta el fresno centenario de la
fuente que no contaria
pasa la vida filrada por el devenir del tiempo que nos tranporta a epocas ya vividas
en
san pedro del valle ... (ver texto completo)