Continuación
Cuando se levantó a la mañana siguiente, y se miró en el espejo comprobó preocupado, además de su pelo blanco, unas grandes ojeras.
Pensó en contarle al cura del pueblo lo ocurrido, pero al momento desechó la idea, pues sabía de buena tinta que los consejos de este cura, ya muy mayor, se basaban en rezar y eso ya lo hacía El.
Vivía en el pueblo una vieja mujer tan respetada como temida, que nadie sabía la edad que tenía, y que era requerida para curar mediante plantas lo mismo a ... (ver texto completo)
Cuando se levantó a la mañana siguiente, y se miró en el espejo comprobó preocupado, además de su pelo blanco, unas grandes ojeras.
Pensó en contarle al cura del pueblo lo ocurrido, pero al momento desechó la idea, pues sabía de buena tinta que los consejos de este cura, ya muy mayor, se basaban en rezar y eso ya lo hacía El.
Vivía en el pueblo una vieja mujer tan respetada como temida, que nadie sabía la edad que tenía, y que era requerida para curar mediante plantas lo mismo a ... (ver texto completo)