En lo que se refiere al artículo que llevaba la firma de Reynolds Packard, y que fue divulgado por United Press, ya hemos dicho que la agencia y Packard negaron que éste se encontrara en Badajoz, pero la United Press no dijo nunca que el artículo fuese un embuste y defendió su contenido. Habría que saber quién lo escribió, ya que su contenido está respaldado por la prestigiosa agencia de noticias, y es difícil creer que la agencia divulgara noticias de tal importancia sin saber su procedencia. A ... (ver texto completo)
Para terminar el asunto, quisiera señalar la opinión de Zugazagoitia, que sabía todo lo que había ocurrido por las confesiones de varios refugiados y del coronel Puigdengolas, pero que no puede creer que sea la obra del teniente coronel Yagüe. Zugazagoitia dice:
«A la rendición de los republicanos siguió una represalia colectiva de la que se hizo personalmente responsable, no sé bien con qué fundamento, al general Yagüe (entonces era sólo teniente coronel) (...) Dudo mucho, conociendo la posición política de Yagüe, que le alcance responsabilidad en semejante carnicería humana. Ella pudo haber sido la obra de la exclusiva iniciativa de algunos jefes de la guardia civil que, derrotados por los republicanos y perdonadas sus vidas, se dedicaron a madurar un odio monstruoso que había de fructificar en las matanzas del coso taurino (...) Y Yagüe, de quien yo no sospecho culpa, debería ayudar al esclarecimiento de un crimen que se encarnizó con hombres que, año tras año, nos habían dado a todos el trigo para nuestro pan» (1). ... (ver texto completo)
«A la rendición de los republicanos siguió una represalia colectiva de la que se hizo personalmente responsable, no sé bien con qué fundamento, al general Yagüe (entonces era sólo teniente coronel) (...) Dudo mucho, conociendo la posición política de Yagüe, que le alcance responsabilidad en semejante carnicería humana. Ella pudo haber sido la obra de la exclusiva iniciativa de algunos jefes de la guardia civil que, derrotados por los republicanos y perdonadas sus vidas, se dedicaron a madurar un odio monstruoso que había de fructificar en las matanzas del coso taurino (...) Y Yagüe, de quien yo no sospecho culpa, debería ayudar al esclarecimiento de un crimen que se encarnizó con hombres que, año tras año, nos habían dado a todos el trigo para nuestro pan» (1). ... (ver texto completo)