Ese amor vuelto llamas,
El que siento por dentro,
No sabe de nimiedades,
Ni lo doy con gotero.
Sin reparos es fuego
Que arde y eterniza;
Es surtidor inagotable
De ese algo que llevo dentro.
Convídame y soy tuyo,
Que mi mesa está repleta;
Es un manantial ubérrimo
Con eso que llamamos fuego.
Mi fuente rebosa y es plena:
Amo la vida y me doy entero.
Mi vaso pletórico de eternidad
Por siempre está de ti lleno.
Ese amor vuelto llamas,
El que siento por ti adentro,
Es una alborada centrífuga,
Molino de viento real y certero.
Ese amor vuelto llamas,
El que por ti siento adentro,
Es un amor violento
Aunque nunca sea cierto.
Orlando Alcántara Fernández
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