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Mensajes enviados por lucy:

Ya sé que mañana es tu cumpleaños

y he pensado en regalarte algo bonito,

no quiero que te lleves a engaños

pues no ando muy bien de dineritos.

No quiero que sea cualquier apaño

eso sí que no me lo admito,

o que pueda ser un engaño

y de esa forma peso que me quito.

Recuerdo un regalo de antaño,

una buena cena y luego un bailecito,

yo con esos movimientos tan extraños

y tú pensando de mi: pobrecito,

no le dará vergüenza a sus años

y yo entre tanto en mi corralito

y tú empeñada en verme sentado.

¿Y si te escribo un poema inventado?

Si quieres después te lo recito

con gusto, ritmo y bien declamado

para que veas que además escribo

cual poeta felizmente enamorado

de la mujer más bella que he visto

y que mañana cumple años.

Jose Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Feliz semana
Besos
He visto crecer

flores entre escombros

violetas moradas

entre vastos pedregales

y rojas amapolas
... (ver texto completo)
a atesorar recuerdos infinitos

momentos que permitirán

que nos acompañe

siempre que lo deseemos,

en soledad o en compañía.

La muerte solo se lleva un cuerpo

la verdadera muerte es el olvido

y mientras yo viva

mientras nosotros vivamos

y mientras vivan los que abracen

su recuerdo

no habrá tiempo para el olvido

no habrá sitio para ti, muerte.

De nuevo has perdido

la tenemos a ella, por siempre,

en nuestros recuerdos.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Agradezco a Pueblos de España que nos de la oportunidad de ver y comentar algunas cosas de nuestros pueblos queridos, al estar lejos de ellos, los anelas mucho más.
Pero tambien les agradeceria, que puesto escribes un mensaje, y creo que no se tiene limites de parrafo, los pusieran enteros, no los dejaran a medias, como ha pasado con este anterior, en esta foto.
Quedando muy agradecida y lo tengan ustedes en cuenta, para los proximos mensajes.
Saludos.
Feliz semana
Besos
Agradezco a Pueblos de España que nos de la oportunidad de ver y comentar algunas cosas de nuestros pueblos queridos, al estar lejos de ellos, los anelas mucho más.
Pero tambien les agradeceria, que puesto escribes un mensaje, y creo que no se tiene limites de parrafo, los pusieran enteros, no los dejaran a medias, como ha pasado con este anterior, en esta foto.
Quedando muy agradecida y lo tengan ustedes en cuenta, para los proximos mensajes.
Saludos.
andén tres,

siete horas y treinta minutos,

junto a la escalera central de acceso.

Aquel día…

Estación de Atocha,
... (ver texto completo)
Si alguna vez no recordase

lo que ahora recuerdo,

léeme un poema

que acerque hasta mi memoria

lo que pudiera haber olvidado.

Recuérdame lo que me gustaban tus besos

y el calor de tus abrazos

y el mirar de tu mirada;

recuérdame los paseos por la playa

y la caricia de la mar calma

sobre nuestros pies desnudos

y las fragancias de las flores en primavera

después de marcharse el invierno.

Recuérdame los dorados amaneceres

y la lluvia repiqueteando en los tejados

y la luna llena las noches de otoño;

recuérdame todos los caminos recorridos

y aquellos puentes que no cruzamos,

sencillamente porque no quisimos;

recuérdame el llorar de los sauces

derramado en nuestro añorado estanque.

Recuérdame las estrellas del cielo

y el mágico danzar de los girasoles

y las risas de los niños;

recuérdame el llanto por la alegría

y también el que acompaña la tristeza

y el que te abraza cuando nace la pena;

recuérdame el trino de los pájaros

y el silencio de los bosques

y el sonido del viento entre los árboles…

y mi lado preferido de la cama.

Recuérdame, amor,

si alguna vez no recordase

lo que pudiera haber olvidado.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
He querido fotografiar

con mi mirada

el apasionado beso

de la mar brava

y el cielo en calma
... (ver texto completo)
Si te digo blanco

tú respondes negro;

Si te digo dulce

tú respondes amargo;

si te digo día

tú respondes noche;

si te digo luna

tú respondes sol;

si te digo playa

tú respondes montaña;

si te digo…;

te digo que te propongo ahora

otro juego

en el que tú me dices

y yo respondo.

Tú me dices labios

yo respondo: deseo;

tú me dices cuerpo

yo respondo: el tuyo;

tú me dices mirada

yo respondo: tus ojos;

tú me dices amor

yo respondo: el que siento;

tú me dices locura

yo respondo: entre tus sábanas;

tú me dices…

¿Por qué no dejamos este juego

que empieza en mis ‘labios’

y termina ‘entre tus sábanas’,

silenciamos la noche

y nos dejamos llevar

hasta donde ese

‘tú me haces’ y ‘yo te hago’

nos lleve?

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Feliz semana
Besos
Los hay gordos y flacos

también podrían ser bajos o altos

de diferentes colores o de un solo color,

los hay preñados de letras

o pintados por algún ilustrador.
... (ver texto completo)
He tenido que poner el poema en dos mensajes, al ser tan largo no me dejaba en un solo mensaje
Después de miles de amaneceres,

quizá decenas de miles

en los que he vivido un sueño

o tal vez…,

tal vez soñado una vida,
... (ver texto completo)
He soñado mil vidas vividas,

quizá hayan sido diez mil

o tal vez…,

tal vez solo una

buscando esa estrella

entre todas las miles,

quizá sean millones

o tal vez…,

tal vez miles de millones

de las que inundan las noches sin luna

sin haber hallado aún esa luz

que certera ilumine sendas y veredas.

Cada día

cada hora

cada minuto

cada segundo

una decisión a tomar

entre todas las que el Universo propone

descartando decenas

quizá centenares de decenas

o tal vez…,

tal vez miles para elegir tan solo una

entre los claroscuros por los que discurre

este camino que camino.

Buscar, siempre buscar.

Caminar, siempre caminar.

Siempre buscar caminando,

siempre caminar buscando

para hallarme hallando

lo que con mi diario caminar

aún sigo buscando. ... (ver texto completo)
Ha llegado la primavera,

me lo ha contado el viento,

y las nubes que veloces

surcan el azul del cielo

en todas sus direcciones;
... (ver texto completo)
Escribo unos versos

en este Día Mundial de la poesía

para que el universo

tome de ellos vida

llenándose de luz y de alegría.

*******

*****

Nace la primavera

este marzo de dos mil veintitrés

y con paciencia espera

por derecho y revés

llenar de flores los campos que ves.

Jose Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Florece el jazmín

llega la primavera

fragancias blancas.

***

Nace la noche
... (ver texto completo)
Esta mañana, amanecido el día,

salí a pasear por el parque

que hay aquí en mi barrio

y en un momento dado,

como otro momento cualquiera,
... (ver texto completo)
Después de mucho pensar

y de poco soñar…,

o fue después de mucho soñar

y de poco pensar.

No importa.

¿Qué más da?

El caso es que por fin

me decidí

a saltar, con todas mis fuerzas,

hasta alcanzar una nube viajera

que mostrando su osadía

se atrevió a volar sobre

este solitario corazón.

Puede asirme con mi mano derecha

al borde troquelado,

bajo un cielo azul y despejado,

que recortaba caprichosa

la informe nube

animada por los vientos.

Ya nada volvería a ser igual

ya todo sería distinto.

Me prometí antaño

que si al final lo conseguía

no volvería a posar mis pies,

vestidos o desnudos,

sobre la faz de la tierra.

Me sentaría

con la vista fijada en el frente

y pondría rumbo al inalcanzable horizonte

dejando atrás

la huellas ya marcadas

y la vida ya vivida.

Sobrevolaría valles y océanos,

lagos y montañas,

ríos, arroyos y praderas,

caminos y ciudades;

sobrevolaría pueblos y senderos,

aldeas y verdes campos.

Dejaría volar libre,

por fin,

a este solitario corazón,

después de mucho soñar

y poco pensar…,

o era después de mucho pensar

y poco soñar.

No importa ya.

José Manuel Contreras

. ... (ver texto completo)
Esta mañana temprano

amaneciendo aún el día

me he tomado el pulso

y ni rastro de él sentía.

No sé si por mi ignorancia

o por mi falta de atino

pero por más que lo intentaba

no me encontraba el latido.

El desasosiego me abrazaba,

yo lo intentaba de mil maneras

poniendo en ello todo mi empeño

sin que ni así lograrlo pudiera.

Busqué en las muñecas de mis manos

busque en las venas de mi cuello

incluso palpándome las ingles

sin encontrar el latido certero.

Miré a un lado primero y luego a otro

encontrándote junto a mi dormida,

pensé en si despertarte ahora

o esperar por si el latido volvía.

Acerqué tembloroso mi cuerpo al tuyo

sintiendo ahora tu calor y el mío

descubriendo para mi total asombro

el palpitar en tu pecho de dos latidos.

La alegría retornó de nuevo a mi vida

pues mi corazón no lo había perdido

te lo entregué aquella tarde de invierno

poco después de haberte conocido.

Huyeron de mi lado sombras y miedos

llegados amaneciendo aún el día,

y buscando ahora el perdido palpitar

he encontrado dos que a la par latían.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
pues ya siento que me voy demorando.

En verdad nunca he sabido

cuando comienza el nuevo año.

José Manuel Contreras
Me pregunto qué será de él,

qué habrá sido de él,

de ella no me preocupo, ni me lo pregunto,

pues ahora va cogida de mi brazo

y me hace compañía.

Le pregunté por él una mañana,

hace ya unas mañanas,

cuando salimos a caminar caminos,

y no me respondió.

No volví a preguntar.

No volví a insistir.

¿Para qué?

Su silencio me lo dijo todo.

La lluvia cae fina,

casi sin ganas,

esta mañana de otoño.

Me compré un sombrero de ala,

discreto pero elegante,

y un abrigo de paño de color gris

haciendo juego.

Ahora veo las nubes

ahora veo la lluvia,

ahora pudo ver y entender

caminando solo con mi soledad

cogido de su brazo.

.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Felices Fiestas para todos
Besos
He girado la cabeza

para mirar atrás,

por encima de mi hombro derecho

y observar, una vez más,

el camino hasta ahora recorrido.
... (ver texto completo)
Creí que había perdido el corazón

cuando dejé de sentir su latido;

al final fue una falsa alarma

pues tan solo había dejado

de bombear la sangre

que me conecta con la vida,

y todo,

por las noticias que leo y veo,

por las noticias que miro y escucho…,

y no comprendo.

El asesinato de hombres, mujeres y niños

en indiscriminada condena a muerte;

el asesinato de mujeres, niños y hombres

en matanzas irracionales y sinsentido;

el asesinato de niños, hombres y mujeres

masacrados todos por… ¿Por qué?

Qué respuesta podría justificar lo injustificable;

qué argumentación podría dar sentido

a la destrucción y la muerte;

qué excusa se puede esgrimir

para que el Ser Humano, una vez más,

actúe como el mayor enemigo de sí mismo.

Ahora es Ucrania,

y ahora siguen siendo, también,

otros países los que permiten, vergonzosamente,

la continuidad de guerras interminables

y la creación de campos de refugiados

en los que el futuro no existe

mientras la vida continúa, en la distancia,

como si nada sucediera,

enriqueciendo a los que siempre se enriquecen

en las desgracias humanas.

Cuánta hipocresía

ante la destrucción;

cuánta hipocresía

ante la aniquilación;

cuánta hipocresía

ante la sinrazón;

cuánta hipocresía…

¿Hasta cuándo?

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Escribí un verso esta mañana,

negro sobre blanco,

sentimientos y vida

que palpitan en cada poro

de mi piel.

Sintiose libre el verso

y decidió alzar el vuelo

dejando huérfano de latidos

mi solitario papel en blanco.

Las dudas se agolparon

en mi cabeza

sin saber qué decisión tomar,

mientras dos de ellas pugnaban

por salir:

si perseguirlo, alcanzarlo, apresarlo

y coartar su libertad

amarrándolo, por siempre,

a otros versos

que dieran forma a mi poema;

o dejarlo a su libre albedrío

en busca de un destino,

de toda razón incierto,

donde pueda alcanzar su cielo.

¿Soy yo quizá su dueño

una vez que su huella queda

esculpida en un papel;

o queda a merced

de su libre albedrío

el camino que ha de recorrer?

Vuela, verso, hacia el horizonte

que consideres poner rumbo,

tal vez nadie persiga tu rastro,

solo tú tomarás la decisión,

en su momento, de posar tus palabras

en el lugar que alcanzar quisieras.

Otros versos hermanos

compondrán ahora mi poema

y te prometo dejarles libres

una vez concluido este sueño;

quizá sigan tu rastro,

o quizá, solo quizá,

construyan el suyo propio.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Hoy me ha despertado triste

la mañana.

Quizá un sueño,

o tal vez la falta de él;

quizá un recuerdo,

o tal vez su ausencia;

quizá la llegada de este otoño

que nos acompaña,

o tal vez, la partida

de una primavera marchitada.

¿Qué razón debe anidar en mi

para que me invada la tristeza?

Qué más da, reflexiono,

siento su compañía próxima,

tan próxima que su latido

acompasa el mío.

Siento que son mis brazos

los que abrazan,

y no mi cuerpo el que siente

las presiones de un yugo.

Yo elegí la tristeza como compañera

en este anochecer que amanece.

Ahora no importa el viaje,

ahora no importa el tiempo,

ahora nada importa,

cuando la soledad decidió partir,

al alba,

desde el alfeizar de mi ventana.

Hoy siento en mi piel

los entrefríos de la tristeza

y su calidez me reconforta.

No me importa el mañana,

aún está por llegar.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
podía ver lo que quisiera;

donde convocó a la envidia y al rencor.

Entró primero el rencor

seguido por la envidiosa envidia,

mas maravillados quedaron

cuando observaron la agradable estancia

y sus riquezas,

y en sus espejos se vieron

y se gustaron;

presumieron de sus figuras,

y de su fuerza

y de su sombra iluminada.

Así el corazón de él quedó libre

de rencor y de envidia,

de envidia y de rencor

por un instante, infinitamente pequeño.

Y mientras se deleitaban con sus imágenes

reflejadas en cada espejo,

él abandonó el salón, en sigiloso silencio,

y cerró tras de sí la puerta

con siete vueltas de llave.

Dentro quedaron ellos;

fuera quedó él.

Soñó que soñaba un sueño

y cuando despertó

sintió una luz diferente

latiéndole en su corazón;

y en aquel rincón,

en el que nacen los sueños,

encontró una llave

hecha de luces y de sombras

con una leyenda que decía:

“Salón de los espejos, no abrir”.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Si me miro en el espejo

observo el presente,

incluso podría observar el pasado

si entornase la mirada

y mirase a los ojos que me miran;
... (ver texto completo)
Deshojar una margarita

pétalo a pétalo

para encontrar esa sencilla respuesta

a la pregunta de “ ¿Me ama o no me ama?”;

para hallar esa respuesta sencilla

a la pregunta de “ ¿Será o no será?”

¿Cuántos pétalos de flores deshojadas

alfombran el destino de los enamorados inciertos?

¿Cuántos pétalos de flores deshojadas

cubren las desdudadas dudas de todos aquellos

que buscan la ansiada respuesta?

Recuerdo aquella primera vez

en la que tomé entre mis dedos

una frágil margarita que solitaria

encontré al borde del camino.

La miré con la sincera esperanza

que latía en este corazón enamorado

que palpitaba, de duda en duda,

en una juventud ya lejana.

Antes de arrancar el último pétalo

de su receptáculo

ya conocía la respuesta a mi pregunta.

¿Por qué deshojar esta flor de flores

para pretender obtener esa anhelada respuesta

que habita en mi corazón?

¿De dónde mi temor?

¿De dónde mi zozobra?

¿De dónde esas dudas

cuyas respuestas tienen un único origen?

No he vuelto a deshojar una flor,

pero sí he disfrutado de su tacto

y de su fragancia y de sus colores,

desdudando mis dudas en ese rinconcito

del corazón donde aguardan, pacientes,

todas las respuestas.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Dónde quedaron aquellos sueños

que soñaste cuando soñabas?

¿Cuándo decidiste dejar de soñar?

¿Cuándo decidiste dejar de vivir?

Recuerdo escuchar tu voz

cuando aún era un niño

y veía cómo la luz iluminaba

esa mirada tuya tan azul,

tan clara, tan intensa, tan profunda.

Soñaste con lo que ibas a hacer

cuando cumplieras la treintena.

Soñaste con lo que ibas a hacer

una vez cumplidos los cuarenta.

Soñaste con lo que ibas a hacer

al día siguiente de cumplir cincuenta.

Soñaste con lo que ibas a hacer

llegado el día de tu jubilación,

ese día que nunca llegó

pues dejaste de cumplir años

aquel día de septiembre

en el que la muerte vino a buscarte

mientras dormías, mientras ya no soñabas.

Soñaste dormido y soñaste despierto.

Los sueños se fueron difuminando

con el pasar de los años

sin llegar a ser alcanzados,

unos quizá diluidos,

otros quizá olvidados.

¿Cuántos sueños desvanecidos en la nada?

Recuerdo escuchar tu voz

una lejana tarde de primavera,

viendo cómo una sombra ensombrecía

esa mirada tuya tan profunda,

tan intensa, tan clara, tan azul.

Persigue cada uno de tus sueños,

decías,

hasta lograr alcanzarlos,

sin prisa, pero sin demora

pues el tiempo todo lo devora

y una mañana despertarás

habiendo olvidado cómo se sueña,

habiendo olvidado cómo se vive.

Soñaré hoy un sueño por perseguir

y si no lograra alcanzarlo

volveré a soñar otro sueño,

y otro, y otro.

Mañana, mañana aún está por llegar

al igual que muchos otros sueños,

y otros, y otros, y otros más.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Amanece la ciudad

silente de la habitual melodía

que orquesta ese tráfico constante

de vehículos diversos y transeúntes

en busca de sus destinos.

Aún permanecen encendidas farolas

con sus luces ambarinas, unas,

y con su blanco frío otras,

iluminando ahora nada,

mientras este sol de primavera

alfombra de luces y sombras,

parques, aceras y el ennegrecido asfalto.

Escucho lejano el rumor del agua

de ese arroyo artificial que incansable

recorre el parque.

Ahora me llega el alegre ladrido de un perro,

quizá provocado por esta primavera

que de nuevo nos acompaña,

o tal vez animado por los juegos

que su paseante le procura.

El canto alegre de un mirlo

acompaña mi mañana,

recordándome la belleza de una Naturaleza

que nos regala sonidos, colores y fragancias

que acarician nuestros sentidos.

Poco a poco la ciudad despierta

y se va perdiendo el silencio;

sonidos viejos y nuevos que nos acerca el viento,

rompen con su llegada este amanecer sereno.

Ruidos metálicos que, sin duda, brotan

del paso de un camión de la basura.

Una aguda sirena se abre paso,

con inusitada insistencia,

seguro nace de un vehículo de emergencias.

Estrépito provocado por el paso

de una moto sin silenciador

rompe este aire inundando

con su desagradable eco

todo el espacio, todo el tiempo.

Sonidos que me recuerdan

que la vida continúa

y que no se detiene por nada,

ni por nadie,

mientras la ciudad despierta,

mientras la ciudad duerme.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Me gusta la primavera;

quizá porque nací un mes de mayo

de hace ya algunos años.

¿Cuántos?

Qué más da, no es la razón,
... (ver texto completo)
La vida es esa tragicomedia

que se inicia cuando se levanta el telón

en ese preciso instante en el que llegamos,

finalizando cuando se baja el telón

en ese instante preciso en el que partimos.

Esa primera escena que llena de luz y color

todo el patio de butacas,

donde diferentes espectadores, pocos al principio,

disfrutan del comienzo de la función sin saber,

realmente, en cuántos actos se divide

este espectáculo de vida,

con un auditorio cambiante según avanza

el pasar de las escenas

y tú siempre sobre las tablas hasta el final.

En cada vida solo hay un actor principal,

tú mismo,

pero sin concha ni apuntador

que pueda ayudarte a salvar la escena.

Pertenezco a una estirpe de cómicos

por varias generaciones

y me siento muy orgulloso de estos orígenes

tan diferentes a los de muchos otros,

ni mejores ni peores, pero sí diferentes.

Una troupe familiar que viajaba

de pueblo en pueblo buscando lugares

en los que mostrar que la vida es sueño

y los sueños vida son,

con un extenso repertorio

haciendo así las delicias de unos espectadores

que ávidos de teatro y de noticias

llenaban cada tarde y cada noche

lugares con escenarios improvisados,

plazas donde nada había antes de su llegada,

teatros con bambalinas y candilejas

permitiendo que la magia del espectáculo

llenase de vida cada rincón.

Prestar tu cuerpo y tu voz,

tu risa y tu llanto,

tu soñar y sentir…

a diferentes personajes que cobraban vida,

esa vida que el autor había escrito en el libreto.

Diferentes actos han jalonado

y jalonan mi representación;

diferentes ‘mutis por el foro’

he protagonizado antes de tiempo

o con el tiempo ya cumplido.

Mas se acerca, espero que sin prisa,

el final de esta mi tragicomedia

y cuando se baje el telón

no esperaré aplauso alguno,

procuraré partir en silencio

y ligero de equipaje,

igual que cuando se levantó el telón

un día de primavera de aquel lejano año.

.
José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Soy padre.

El día que nació mi hijo,

mi primer hijo, mi único hijo,

fue sin lugar a dudas

el día más feliz de mi vida.
... (ver texto completo)
Si pudiera detener las guerras,

todas y cada una de las guerras,

no tengo duda alguna

en que las detendría,

pero no tengo una barita mágica.

Desterraría al oscuro e incierto

Universo conocido y desconocido,

sin causarles ningún daño,

acompañados tan solo

por su solitaria soledad,

a los sátrapas indecentes,

a los dictadores inmorales,

a los tiranos impúdicos,

a los déspotas repugnantes,

a los opresores canallas,

a los autócratas viles,

a los falsos profetas…

Quizá, y solo quizá,

quedaría más espacio,

en este lugar al que llamamos Mundo,

para el pensamiento y la reflexión,

para la paz y la armonía,

para la solidaridad y la esperanza.

Aceptaría, sin duda alguna,

la desobediencia debida

que nunca debió ser obedecida

de todos aquellos y aquellas

que volvieran sus espaldas

a los cobardes que montan las guerras

para enriquecer y enriquecerse

con el dolor y el sufrimiento ajeno;

que volvieran sus espaldas

a los cobardes que tan solo viven

para saciar la insaciable hambre desmedida

del que ejerce un poder absoluto

sobre inocentes,

ebrios de esa bilis que les habita.

Abriría mis brazos de par en par

a los que se detuvieran, en silencio,

ante las voces de aquellos

que vociferan y gritan:

avanzar,

disparar,

matar,

aniquilar,

arrasar,

asesinar,

devastar…,

por el simple hecho de alimentar

ese ego desmedido y enfermizo

que les palpita entre las piernas.

Si pudiera detener las guerras,

todas y cada una de las guerras,

no tengo duda alguna

en que las detendría.

.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Subir hasta las nubes

y tocar el cielo,

sin perder contacto con el sufrido

latido de la Madre Tierra.

Subir hasta las nubes
... (ver texto completo)
Qué fácil se organiza una guerra

parapetándose tras una mesa de despacho.

Qué fácil es dar órdenes

cuando tú no las vas a tener que cumplir.

Qué cobardes son los valientes

que para aplacar su locura asesina

envían al frente a otros

para matar y expulsar, sin excusa alguna,

a hombres, mujeres y niños.

Ninguna justificación justifica lo injustificable

por muchas razones peregrinas y absurdas

que el parapetado cobarde pretenda presentar

frente a los suyos, o frente a los no suyos.

Da igual cómo le definas

da igual cómo le nombres

da igual cómo le llames

porque todo lo que no sea él

le importa sencillamente nada.

Puedes llamarle sátrapa, fascista,

genocida, asesino, cobarde…

Sí, cobarde, pues solo el cobarde

es capaz de asesinar de forma indiscriminada

para alimentar su propio ego y sinrazón.

El éxodo que provoca una guerra,

sea en el lugar que sea del mundo,

no tiene razón alguna.

Intereses económicos alimentan las guerras,

intereses personales alientan las guerras.

¡No a las guerras! ¡No a la guerra!

Me veo reflejado, junto con mi familia,

en las imágenes que llegan por los medios.

Escucho el llanto y sufrimiento de los niños

como si fuera el de mis propias hijas.

Siento en mi la desesperación de padres

que deambulan sin rumbo cierto,

o se esconden en sus casas o refugios

intentando proteger a los suyos.

Percibo el enfado, la rabia y el dolor

de los que quieren regresar

para ayudar y defender

a los que son masacrados y expulsados.

¡Parad la guerra!

¡Parad esta guerra!

¡Parad todas las guerras!

No permitáis,

no permitamos que los cobardes asesinos

sean los que decidan el futuro de la humanidad,

pues si lo dejamos en sus manos…,

ni habrá futuro

ni habrá humanidad.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Siento ensombrecida la luz

que se acerca hasta esta mi ventana,

en un amanecer silencioso,

este extraño domingo de febrero.

No albergan nubes el azul del cielo
... (ver texto completo)
He aprendido a caminar

con el corazón en la mano.

He aprendido a caminar

dejando que mis pies

marquen el rumbo y el ritmo.

He aprendido a caminar

bajo cielos inciertos

y sobre una tierra que palpita

ávida de nuevas huellas.

He aprendido.

He aprendido a vivir

con mis ojos de par en par.

He aprendido a vivir

dejando que los nuevos amaneceres

despierten lo que estaba dormido.

He aprendido a vivir

observando todo lo que me rodea

sin importarme la estación del año

ni el lugar del que proceda.

He aprendido.

Y quiero seguir aprendiendo

y quiero seguir viviendo

y quiero seguir caminando

y quiero seguir mirando,

sin perder ni un solo instante

de este tiempo regalado

que la vida me procura,

ahora, que por fin he despertado.

He aprendido,

y espero seguir aprendiendo.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Todas las mañanas me levanto temprano

y en un santiamén me lavo la cara y las manos.

Camino del colegio salgo tan contenta

cruzando aceras y calles siempre muy atenta.

En la puerta ya esperan Ana, Alicia y Rodrigo
... (ver texto completo)
Feliz año
Besos
Adiós, por fin, mi querido

veinte veintiuno.

Sí, querido, pues me has dado tanto

que no agradecértelo sería injusto,

al menos por mi parte.

Ahora bien, debo decirte

con la misma determinación

que has sembrado, en muchos de tus días,

senderos con sufrimiento, dolor y ausencias.

Ausencias, quizá a destiempo,

o cuanto menos inesperadas.

Se me antoja lejos, muy lejos,

aquel primero de enero cuando naciste,

justo después de las doce campanadas

que señalaron la partida,

para no regresar jamás,

de un aciago veinte veinte

que nos asoló sin misericordia alguna.

Te recibimos entonces con los brazos abiertos,

con la mirada esperanzada,

deseosos de que “todo esto” terminase

y despertásemos de esta cruel pesadilla.

Pero no fue así.

Después de trescientos sesenta y cinco días

y consumida la última uva,

has partido en silencio y sin estruendo,

para jamás regresar,

dejándonos con más soledad

y una “nueva variante”

como tu penúltimo regalo.

Pero amanece un veinte veintidós,

hasta ahora desconocido,

al que recibimos sin demora,

con el corazón en un puño,

con la mirada empañada

por lágrimas de esperanza,

al comprobar esa luz que le acompaña.

Bienvenido seas, nuevo año.

Bienvenido sea, cada día y cada atardecer.

Bienvenidas las palabras, los sueños

y los silencios provocados.

Bienvenido todo aquello que nos depares

pues sé que este año será nuestro año.

Sé que será mi año,

y el tuyo

y el suyo.

Y en este, tu nacimiento,

cuando aún gateas

pues no has empezado a caminar,

levanto mi copa para brindar por tu llegada,

abriendo mis brazos de par en par

y así poder abrazarte, sin miedos.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
.

Estar tan cerca y a la vez tan lejos.

Bastaría, tan solo, que yo estirase mi brazo,

frente a ti,

y tú algaras el tuyo, frente a mí,

para que las yemas de nuestros dedos

pudieran alcanzarse y así sentir el roce

de esa piel que ansía el contacto,

al igual que la árida tierra

anhela el retorno de las lluvias.

Mis ojos miran los tuyos,

tan próximos como distantes,

y sienten la tristeza que los acompañan,

pues entienden en el abrazo

esa plenitud de amor

que tan solo ellos comprenden y guardan.

Cuántos abrazos en la cuenta del ‘debe’.

Cuántos abrazos en la cuenta del ‘haber’.

Prometo frente a este horizonte

que ante mi, solitario se muestra,

que serán saldados

una vez que el viento sople a favor

disipando esta sombra que nos asola.

Abrazaré, de nuevo, tu cuerpo y tu alma

como nunca antes lo hube abrazado

y sé, bien que sé, que tú abrazas el mío

como si fuera aquella primera vez

en la que se encontraron y se descubrieron.

Abrazaré tu cuerpo y tu alma

como si fuera el principio de todo

como si fuera el final de nada

como si fueran a separarnos

por ese tiempo que solo la vida decide

y sentiré, de nuevo, el calor de tu alma

y el palpitar de tu cuerpo

grabarse definitivo en mi recuerdo

por si otra sombra quisiera amanecer mañana.

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Feliz Navidad para todos
Besos
He visto menguar la sonrisa de la luna

en las noches huérfanas de estrellas;

he visto crecer la hierba bajo mis pies

en los senderos hasta ahora recorridos;

he visto el lento viajar de las nubes
... (ver texto completo)
Cuántos momentos únicos y mágicos

atesoran doce años de vida?

–me preguntó el silencio–.

¿Y por qué me lo preguntas

precisamente hoy

si nunca antes me lo has preguntado?

¿Qué interés tendrías ahora en escucharlo?

Sabes perfectamente la razón

y si repasas tu vida comprobarás

que hacerlo antes no hubiera tenido sentido.

Pensé que hablabas de mí;

disculpa por tanto mi error.

Disculpado quedas.

¿Y bien?

Cada amanecer ha sido un regalo,

y si vuelvo la vista atrás

me veo con ella entre mis brazos

observado cómo duerme,

cómo respira,

cómo empieza a beberse la vida

a sorbitos pequeños,

insignificantes,

apenas imperceptibles,

pero con decisión.

Sus primeros pasos, su primera sonrisa,

su primera mirada, su primera palabra…,

tantas primeras veces de todo

que hacen de su caminar por la vida

un instante tras otro, único e irrepetible.

Y hoy, doce años después,

compruebo con regocijo que aún cabe

entre estos brazos que la recibieron

aquella madrugada de diciembre,

y no tengo duda alguna de que siempre

habrá un hueco entre ellos donde cobijarse

si fuera hiciera frío.

Cuántos momentos únicos y mágicos

atesoran doce años de vida,

me preguntabas.

Sería imposible recogerlos en un verso

o en un poema,

o en diez mil versos

o mil poemas,

ni tan siquiera en doce años más de vida

que para contarte tuviera.

Pero sí puedo decirte

y terminando este poema te digo

que nada hay más mágico,

más grande,

más maravilloso,

que en tu vida aparezca

una nueva vida que saluda al mundo,

que puedas recibirla con los brazos abiertos

y que de esa forma la veas crecer,
día tras día, y noche tras noche

Y el silencio guardo silencio
y comprendió

José Manuel Contreras ... (ver texto completo)
Atardece ya esta noche

y las estrellas deciden brillar intensas

sobre un cielo huérfano de luna

en el que la oscuridad impone su efímero reinado.

Quizá nada sea lo que parece
... (ver texto completo)
Me he mirado en tu mirada

y he visto el otoño

en los colores que te iluminan

esta suave mañana

que se empeña en despedir octubre.
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